Hacia una Segunda B Pro. Buena idea
Rubiales acord¨® ayer con los presidentes de las federaciones regionales el cerrojazo a la Segunda B y la Tercera, que ya coment¨¦ en su d¨ªa aqu¨ª: con ascensos y sin descensos. Los ascensos ser¨¢n mediante eliminatorias como las de los a?os precedentes, s¨®lo que a un partido, en campo neutral, en una sola localidad para cada regional, en instalaci¨®n con garant¨ªas para los protocolos debidos. Si Sanidad no diera el pl¨¢cet para jugar estos encuentros, subir¨ªan los primeros y santas pascuas. No habr¨¢ descensos, porque no ser¨ªa justo bajar de categor¨ªa a nadie sin agotar sus oportunidades de salvaci¨®n. Otra cosa es el ascenso, que es un bien.
Eso, claro, acumula equipos. Para el curso que viene la Segunda B tendr¨¢ 98 equipos, en lugar de los 80 que ten¨ªa. Pero la perspectiva es que sea un a?o de transici¨®n hacia una Segunda B Pro, categor¨ªa intermedia entre la Segunda y la Segunda B. La idea surgi¨® en la reuni¨®n del Palacio de Viana como una reestructuraci¨®n conveniente. No ser¨¢ ya, por deseo de respetar el principio de que antes de la temporada han de conocerse las condiciones en que juegan todos y que no se pueden alterar sobre la marcha. El caso es que al final de esta temporada de Segunda B, de desarrollo algo complejo, saldr¨¢n dos grupos flamantes para la Segunda B Pro.
Esa Segunda B Pro la formar¨¢n los descendidos de Segunda y los mejores de Segunda B, ascendidos a segunda aparte. Un total de 40 equipos, en dos grupos, seguramente por proximidad geogr¨¢fica. De momento, es un acicate para la pr¨®xima temporada de Segunda B. Y a medio plazo supone una mejora porque supera los enormes contrastes que hay en la categor¨ªa actual, dando paso a estos dos grupos que concentran lo mejor de los cuatro actuales. Equipos de capital de provincia o grandes ciudades que no lo sean, filiales... Una categor¨ªa rentable en televisi¨®n y marketing, mejor que el modelo que arrastr¨¢bamos, una mezcla que no result¨®.