El culebr¨®n Mbapp¨¦ tiene un final

En la adolescencia me quer¨ªa comer el mundo. Ahora me conformo con tener papel higi¨¦nico, no quedarme calvo y ver Amar es para Siempre. No est¨¢n los tiempos como para rechazar las peque?as alegr¨ªas y un culebr¨®n (o ficci¨®n de sobremesa, como se les viene llamando ¨²ltimamente), perd¨®nenme, lo es. Los personajes est¨¢n muy definidos, la trama tiene la dificultad justa y desde el primer cap¨ªtulo te ves capaz de dibujar el final, pero te ayuda a posponer tu realidad durante una hora diaria y a lo largo de 430 episodios. Lo que te mantiene ¡®enganchado¡¯ son los conflictos, entendidos como aquello que sucede cuando existe alg¨²n obst¨¢culo que impide a los personajes cumplir su deseo. Sin conflicto, no hay historia que contar. Sin conflicto, Mbapp¨¦ ya estar¨ªa jugando en el Madrid. Algo que todas las se?ales indican que tarde o temprano suceder¨¢, aunque a¨²n faltan varios cap¨ªtulos que rodar.

Porque lo de Mbapp¨¦ y su fichaje por el Real Madrid parece un final que ya est¨¢ escrito. S¨®lo falta saber en qu¨¦ temporada ser¨¢. Si consultas a una de las productoras (Real Madrid), recibes como respuesta que conf¨ªa en apagar las c¨¢maras en el verano de 2021. La otra (PSG) filtra a los medios que el dinero no es un problema para ella, que prefiere estrujar la trama un a?o m¨¢s a pesar de que eso le pueda suponer un perjuicio en su presupuesto. Y mientras tanto, la serie sigue con un juego regular de subida de apuestas. Dar¨ªo Facal, director de teatro y dramaturgo espa?ol, utiliza este t¨¦rmino como motor esc¨¦nico. Para que la historia no decaiga, los actores deben manejar el conflicto e ir creciendo en sus propuestas. Y es lo que esta temporada han hecho los protagonistas de Operaci¨®n Mbapp¨¦. Zidane dej¨® a un lado su discreci¨®n y le declar¨® p¨²blicamente su amor a la joven estrella; Leonardo, director deportivo del PSG, se sinti¨® atacado y replic¨®; el marsell¨¦s, en vez de girar la cabeza, sonri¨® e insisti¨®; y el jugador, por su parte, recibe los gui?os de su idolatrado Zizou y hace planes de futuro. Por lo pronto, ya ha comenzado a poner de su parte y dar ¡®problemas¡¯ en casa, enfrent¨¢ndose a su entrenador, torci¨¦ndole el gesto sin disimulo y dando largas a la renovaci¨®n de su contrato.

El madridismo observa expectante (cada flirteo de los protagonistas aumenta la audiencia), pero fabric¨¢ndose ilusiones, confiado. Intuir que todo acabar¨¢ con Mbapp¨¦ siendo presentado por Florentino en el Bernab¨¦u alivia. Sobre todo tras unos tiempos de angustias deportivas. Pero la perfecci¨®n requiere su tiempo y varios cap¨ªtulos m¨¢s. Todav¨ªa quedan por filmar m¨¢s coqueteos, tensiones, p¨¦rdidas de esperanza, negociaciones televisadas, desencuentros¡­ Y un desenlace que apunta a verle jugando en el Real Madrid. Mbapp¨¦ s¨®lo tiene 21 a?os y es consciente de que en el Bernab¨¦u estar¨¢ en disposici¨®n de comerse el mundo. No como algunos, que nos conformamos con tener papel higi¨¦nico, no quedarnos calvos y desconectar con culebrones de televisi¨®n.