Los ascensos y descensos son un buen l¨ªo
Las ligas no s¨®lo coronan a un campe¨®n. Tambi¨¦n viven altas dosis de dramatismo con la lucha por la salvaci¨®n, que contrasta con la felicidad de los equipos que suben de categor¨ªa. Los ascensos y los descensos son una parte esencial del deporte. La interminable pandemia est¨¢ empujando a la b¨²squeda de f¨®rmulas para resolver los campeonatos, que alg¨²n d¨ªa tendr¨¢n que poner el cierre, no se pueden aplazar hasta la eternidad. La ACB anunci¨® el lunes que anulaba los descensos, para regocijo del Estudiantes y del Fuenlabrada, que ya se han salvado tres y dos veces, respectivamente, en los despachos. Pero nadie explicit¨® qu¨¦ va a ocurrir con los ascensos. El Valladolid y el Gipuzkoa, al frente de la LEB, reclaman sus plazas. Est¨¢n en su derecho. Eso obligar¨ªa a la ampliaci¨®n a 20 equipos de una liga que en los ¨²ltimos a?os ya se consideraba sobredimensionada y hab¨ªa llegado a estudiar su reducci¨®n. Otros deportes, como el f¨²tbol de Segunda B y Tercera, y el f¨²tbol sala, ya han tomado esta medida: habr¨¢ ascensos, pero no descensos. Lo mismo acord¨® este martes la Bundesliga de balonmano.
Esta es la decisi¨®n menos problem¨¢tica, pero est¨¢ por ver si el deporte espa?ol puede soportar la carga de tantos equipos la pr¨®xima temporada, a la estela de la crisis que, inevitablemente, va a provocar el coronavirus. Las federaciones est¨¢n preocupadas con este asunto, que han traslado al CSD a trav¨¦s de ADESP, y se ha creado una comisi¨®n que preside Jorge Garbajosa. El temor es que si se dictan descensos o si se impiden ascensos sin los campeonatos concluidos, pueda caer una lluvia de demandas que no podr¨ªan soportar las econom¨ªas de los deportes m¨¢s modestos. Precisamente la ACB tiene la experiencia del Obradoiro, al que tuvo que hacer hueco muchos a?os despu¨¦s, tras ganar su retorno a la ¨¦lite en los tribunales. El tema tiene una enorme complejidad. Y exige una soluci¨®n.