Pasado presente
?Qu¨¦ es lo mejor de que no haya campeonatos de f¨²tbol? El f¨²tbol sin campeonato. Frente a la avalancha de fichajes, despidos, cifras mareantes y dos partidos del siglo por semana, ahora se impone el silencio. Este par¨®n significa que los yonquis del balompi¨¦ podemos inyectarnos una buena dosis de partidos antiguos.
La palabra "recordar" procede del lat¨ªn "recordari" que significa, m¨¢s o menos: "volver a pasar por el coraz¨®n". Revisitar partidos antiguos nos permite emitir juicios sobre aspectos del pasado que no eran como pens¨¢bamos. Y confirmar otros, claro. Es un lujo revisitar al Leeds de los 70 que, en contra de lo mil veces escuchado, no era agresivo y le birlaron una Copa de Europa. Que el Brasil del 82 no hubiera vencido a la URSS sin la ayuda de Lamo Castillo. Lo incre¨ªblemente bueno que era M¨ªchel, lo buen¨ªsimo que era Valer¨®n. Que Quini, si lo ponemos en su contexto, es el mejor delantero de la historia de la Liga. Y Villa de la Selecci¨®n. Que el juego atrevido y bello no lo invent¨® Cruyff. El genio t¨¢ctico de Lu¨ªs Aragon¨¦s para ganar la Copa del Rey de 1988. La extra?a final de la Recopa de 1982. El Ajax de Van Gaal. El Dinamo de Kiev de los 80. Mostovoi y Mauro Silva. La incre¨ªble y apasionante carrera de Mart¨ªn Palermo. El proteico Boca Juniors de Bianchi. La cantidad de a?os que los equipos modestos pod¨ªan mantener una misma columna vertebral de jugadores. La cobard¨ªa de los ¨¢rbitros y su favoritismo descarado. Y lo que m¨¢s echo de menos de todo: los comentaristas, qu¨¦ placer mental es ver un partido sin que a uno le griten o le traten como si fuera retrasado mental.

Cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero conviene recordarlo. Nada se constituye sobre el vac¨ªo. Se ha impuesto, durante a?os, la velocidad de la informaci¨®n, los mitos basados en la estad¨ªstica sin dejar que se frag¨¹en lentamente nuevas leyendas al calor de la imaginaci¨®n. Es un buen momento para olvidarnos de los resultados y conocer mejor uno de los grandes patrimonios de la humanidad: la historia del f¨²tbol.