Cuando no se ve el final del puzle
El nuevo papel higi¨¦nico. As¨ª defini¨® un vendedor de puzles en El Pa¨ªs la enorme demanda de uno de los grandes pasatiempos familiares en estos tiempos de confinamiento. Existen dos maneras de hacer un puzle, mirando la imagen de la tapa o d¨¢ndole la vuelta, sin conocer bien el camino ni el final. Es una gran met¨¢fora de c¨®mo se est¨¢ gestionando el futuro de las competiciones deportivas. Todo es incertidumbre. Las piezas no encajan. En la actual situaci¨®n, ni siquiera parece haber bordes a los costados a los que agarrarse. Los escenarios cada vez se alargan m¨¢s en el tiempo. En la Liga ya miran a julio y agosto, atisban concentraciones cuasi mundialistas y unos controles m¨¦dicos de pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n para jugar once jornadas a puerta cerrada.
El protocolo de LaLiga. Es evidente que en esta terrible situaci¨®n, ning¨²n escenario parece bueno. Hasta pensar en f¨²tbol puede sonar a sacrilegio, pero todos y cada uno de nosotros estamos pensando en el d¨ªa de ma?ana en nuestros trabajos. En LaLiga est¨¢n trabajando duro y se est¨¢n devanando los sesos para ser muy ¨¢giles en cuanto haya un resquicio de luz, si es que lo hay, para acabar esta temporada. El protocolo propuesto, sin embargo, ha dejado patidifusos a los profesionales. Jugarse las casta?as de la temporada, o sea las ¨²ltimas jornadas, con tantos condicionantes f¨ªsicos, emocionales y de convivencia, con entrenamientos tan sui generis, tampoco va a ser f¨¢cil de gestionar. Como dir¨ªa un cl¨¢sico, se volvieron a olvidar del bal¨®n.
Acuerdos mejor que ERTE. Me consta que son varios los clubes de Primera Divisi¨®n que ya est¨¢n alcanzando acuerdos con sus futbolistas en funci¨®n de c¨®mo acabe este mal sue?o. No hay otra que buscar de manera consensuada las mejores soluciones. La realidad es que lo est¨¢n consiguiendo, en muchos casos, sin demasiada discusi¨®n. Los escenarios habituales que se est¨¢n acordando tienen que ver con la no reanudaci¨®n de la competici¨®n, algunos incluyen el matiz de jugar con o sin p¨²blico o mantener los sueldos completos si se acaban jugando las once jornadas que faltan. Por eso, sorprende que LaLiga anime a los ERTE como forma de presi¨®n. Resulta incluso m¨¢s llamativo que la AFE proponga entre un ocho y un diez por ciento de rebaja. Si queda por disputarse el 29% de la competici¨®n, aceptar cobrar un 20% menos en unos sueldos bien importantes no parece un acuerdo injusto. No se trata de generosidad, es m¨¢s bien sentido com¨²n y entender la excepcionalidad.