El coronavirus y la renovaci¨®n de Sergio Ramos
De todos es sabido que de esta crisis nadie va a salir como entr¨®. Los futbolistas tampoco. Sergio Ramos, que hoy cumple 34 a?os (?muchas felicidades!) est¨¢ inmerso en per¨ªodo de renovaci¨®n. Mal momento para dejar de fumar. A su edad, y pese a estar en buena forma, Sergio Ramos no puede decir que est¨¦ en el inicio de su carrera. Tampoco en el final. A¨²n no le ha llegado la hora de 'pegar el ¨²ltimo atraco', como se suele parodiar en el argot del f¨²tbol a esos contratos que se firman cuando ya la cabeza da m¨¢s de si que las piernas. Aunque tentaci¨®n tuvo, salvo que lo de China que se coment¨® en su d¨ªa fuera un farol.
En fin, que a Sergio Ramos, que est¨¢ entre los mejor pagados del Real Madrid y de la historia, le va a coincidir el per¨ªodo prerenovaci¨®n con los ERTEs, la rebaja del 70 por ciento anunciada en su ficha por los jugadores del Barcelona, los recortes en todos los sectores y la paralizaci¨®n no s¨®lo del deporte, sino de toda la econom¨ªa. Parece que se avecina el pinchazo de la burbuja del f¨²tbol, y eso no son buenas noticias para los jugadores que, como ¨¦l, est¨¢n a tiro de que se abra una negociaci¨®n.
Claro que lo peor no le tocar¨¢ a Sergio, que a la postre ya tiene hecha su carrera. O por lo menos casi toda su carrera. Lo peor le tocar¨¢ a los que vienen detr¨¢s, a esos jugadores emergentes (los Mbapp¨¦, Haaland, Isak...) que todos ansiaban y cuyo precio exced¨ªa de lo que la sensatez y la moral aconsejan gastar. Digamos que el 'caso Sergio Ramos' sentar¨¢ jurisprudencia. Que su renovaci¨®n, o no, marcar¨¢ muchas otras que vengan detr¨¢s. Y ya no valdr¨¢ el argumento del miedo, ese que tanto afect¨® a los presidentes que renovaron a sus estrellas incluso m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de la quiebra o el concurso de acreedores 'para que no se lo lleve el rival'. Porque, como dec¨ªa, de esta crisis nadie va a salir como entr¨®. Tampoco los aficionados. Porque ya ning¨²n presidente tendr¨¢ miedo a ir m¨¢s all¨¢ de lo que la moralidad y el sentido com¨²n le obliguen, y no lo tendr¨¢ porque la gente, todos, hemos aprendido de golpe que lo ¨²nico que no tiene precio es un buen m¨¦dico.