Lorenzo Sanz, pivote de dos ¨¦pocas
El fallecimiento de Lorenzo Sanz devuelve a la memoria un tiempo distinto del f¨²tbol, a caballo entre su naturaleza estrictamente popular, vinculada a las emociones de la gente y no al negocio, y el car¨¢cter comercial que empez¨® a cobrar en los ¨²ltimos a?os del siglo XX, cuando la globalidad, el mercado abierto y las nuevas tecnolog¨ªas impusieron su ley. Quiz¨¢ sin saberlo, Sanz ejerci¨® de pivote entre el mundo de Ram¨®n Mendoza y el de Florentino P¨¦rez, dos presidentes de largo recorrido en el Real Madrid, sostenidos por modelos opuestos.
Vicepresidente durante todo el mandato de Mendoza (1985-1995), Lorenzo Sanz alcanz¨® la presidencia en noviembre de 1995, en el c¨¦nit de la grav¨ªsima crisis econ¨®mica del club. El Real Madrid hab¨ªa terminado meses antes con el ciclo triunfal de Johan Cruyff en el Bar?a, incluido el 5-0 que le permiti¨® resarcirse de la humillante goleada que hab¨ªa recibido en la temporada anterior. Despu¨¦s de cuatro a?os de sequ¨ªa, aquel t¨ªtulo no pudo garantizar la estabilidad deportiva. Las arcas estaban vac¨ªas.
El Madrid fich¨® al colombiano Freddy Rinc¨®n y al serbio Dejan Petkovic, dos jugadores metaf¨®ricos de la situaci¨®n del club: ni ilusionaban, ni mejoraban al equipo, condenado a una crisis que alcanz¨® de lleno a la directiva. Sanz sucedi¨® a Mendoza a mitad de temporada, no sin revuelo, pero con una ventaja notable para gestionar el Real Madrid. La UEFA aprovech¨® una decisi¨®n judicial en su contra ¡ªla sentencia Bosman¡ª para revertirla a su favor. Estableci¨® la libre circulaci¨®n de jugadores y concibi¨® el juguete que cambi¨® el panorama del f¨²tbol: la Liga de Campeones.

Los operadores televisivos observaron inmediatamente el tremendo potencial que les ofrec¨ªa un mercado futbol¨ªstico sin limitaciones. Lorenzo Sanz entendi¨® perfectamente las ventajas de aquel momento, g¨¦nesis de la apabullante maquinaria mercantil actual. Su acceso a la presidencia coincidi¨®, de manera poco sorprendente, con la denominada primera guerra del f¨²tbol. Los grandes clubes denunciaron el contrato existente y forzaron uno nuevo, con cifras de gran calado para su ¨¦poca.
Lorenzo Sanz estuvo a la cabeza de los rebeldes y el Real Madrid obtuvo el beneficio que pretend¨ªa. El club que hab¨ªa fichado a Rinc¨®n y Petkovic en el verano de 1995 contrat¨® a Illgner ¡ªportero de la selecci¨®n alemana¡ª, Panucci ¡ªlateral de la selecci¨®n italiana¡ª, Roberto Carlos ¡ªlateral izquierdo de la selecci¨®n brasile?a¡ª, Clarence Seedorf ¡ªcentrocampista de la selecci¨®n holandesa¡ª, Mijatovic ¡ªestrella del Valencia¡ª, Suker ¡ªgran goleador croata del Sevilla en las temporadas precedentes¡ª, Ze Roberto ¡ªprometedor brasile?o que terminar¨ªa por triunfar en la Bundesliga¡ª y Secretario, internacional portugu¨¦s que no gust¨® desde el principio y anim¨® al fichaje de Panucci.
El elenco impresiona todav¨ªa hoy. Sin embargo, el fichaje estrella fue el entrenador. En un golpe de audacia, Lorenzo Sanz convenci¨® a Fabio Capello para abandonar el Mil¨¢n, el equipo de referencia en los a?os 90, y dirigir al Madrid. La Liga espa?ola por fin estaba en condiciones de competir con la italiana. Aquel momento cambi¨® el signo de los tiempos. Nada volvi¨® a ser igual en el f¨²tbol.
El Madrid gan¨® la primera Liga (1996-97) despu¨¦s de la guerra del f¨²tbol. Se recordar¨¢ much¨ªsimo menos que los dos grandes ¨¦xitos futbol¨ªsticos del per¨ªodo Sanz: las Copas de Europa de 1998 ¡ªla c¨¦lebre S¨¦ptima¡ª y 2000. El Madrid, que hab¨ªa construido su relato a trav¨¦s del grandioso equipo liderado por Di St¨¦fano, recobr¨® el pulso europeo despu¨¦s de 32 a?os de amargura. El impulso simb¨®lico fue tan importante como el futbol¨ªstico. A los ojos del mundo, el Real Madrid regresaba al lugar que le correspond¨ªa, al frente del f¨²tbol mundial.
Lorenzo Sanz presidi¨® el club durante cuatro a?os. Hab¨ªa interpretado con acierto el cambio de modelo que se avecinaba, pero no dispon¨ªa ni de la estructura, ni de la visi¨®n de su sucesor. Florentino P¨¦rez, que hab¨ªa perdido frente a Mendoza en las elecciones de 1995, gan¨® los comicios de 2000, celebrados pocas semanas despu¨¦s de la conquista de la Copa de Europa en Par¨ªs. Sanz consider¨® que el ¨¦xito le garantizaba la victoria, sin entender que Florentino P¨¦rez dispon¨ªa de los recursos, la estructura y el mensaje adecuado para imponerse en las elecciones. Venci¨® porque fich¨® a Figo, capit¨¢n del Barcelona, pero esencialmente gan¨® porque obtuvo una ventaja enorme en el voto por correo.
Aquellas elecciones situaron al Madrid en otra ¨¦poca. Lorenzo Sanz entreg¨® el testigo nada menos que con dos Copas de Europa, im¨¢n gigantesco que Florentino P¨¦rez no iba a desaprovechar de ninguna manera. Fueron cuatro a?os trascendentales para un club que salt¨® de una orilla del f¨²tbol a otra. Sanz pilot¨® la embarcaci¨®n.