Madrid fue candidata a estos Juegos...
Como no pod¨ªa ser menos, el COI tira la toalla. Era natural que se asieran a alguna remota esperanza, pero lamentablemente se ha impuesto la realidad. Ser¨ªa razonable pensar que para esas fechas Tokio ya estuviera libre del problema, pero el dichoso virus ha ido avanzando hacia Occidente, y ahora Europa est¨¢ paralizada, sin posibilidad de entrenamiento para sus deportistas. Y m¨¢s all¨¢ est¨¢ Am¨¦rica, donde el azote empieza ahora y les tocar¨¢ pasar por lo mismo que hemos ido pasando aqu¨ª. No eran posibles unos Juegos en condiciones. Se ha impuesto una patada para delante, ya veremos hasta cu¨¢ndo. Ahora toca escrutar el calendario.
Ya veremos cu¨¢ndo, porque el calendario deportivo internacional est¨¢ saturado. Las grandes competiciones se van sucediendo unas a otras, encajadas con habilidad a lo largo de un siglo. Eso es m¨¢s importante que nunca hoy, cuando dependen de los grandes contratos televisivos. Encontrar un hueco a los Juegos que no choque con algo gordo del f¨²tbol, o alg¨²n gran acontecimiento americano, o alg¨²n mundial de cualquier deporte, ya fijados y con contratos firmados por las televisiones, no es f¨¢cil. Sean cuando sean representar¨¢n la victoria de la Humanidad en su lucha com¨²n contra un enemigo invisible. Eso los har¨¢ inolvidables.
Madrid fue candidata a estos Juegos. ?Qu¨¦ desilusi¨®n, hace siete a?os, en Buenos Aires! Era el tercer intento. En Singapur gan¨® Londres, en Copenhague gan¨® R¨ªo de Janeiro. A Buenos Aires ¨ªbamos m¨¢s esperanzados entendiendo que la persistencia puntuaba y con un proyecto que hablaba de austeridad, palabra que all¨ª no cay¨® bien. Gan¨® Tokio agitando billetes, pero luego tuvo que recortar, acomodando sus Juegos a los principios con que se present¨® Madrid. De haber ganado, ahora estar¨ªamos empantanados, pero con la perspectiva de que en unos meses o en un a?o se celebraran aqu¨ª esos Juegos, destinados a celebrar la vuelta a la normalidad.