Gestionar la incertidumbre
Un sinf¨ªn de preguntas. Las principales competiciones del mundo en todos los deportes han acabado claudicando ante el coronavirus, como no pod¨ªa ser de otra manera. Los m¨¢s inteligentes, unos de forma proactiva y otros de forma reactiva ante la pandemia, pero no son tiempos de reproches, sino de hacer cada uno lo que nos toca para salir de esta emergencia sanitaria cuanto antes. Es muy duro lo que nos viene y ser¨¢ tambi¨¦n duro lo que vendr¨¢ cuando pase. Aunque ahora sea lo de menos, genera bastante incertidumbre saber c¨®mo se dirimir¨¢n las competiciones, los campeones, los ascensos y descensos, en caso de que no se puedan jugar los campeonatos completos.
Deportistas contagiados. Resultaba casi infantil pensar que el COVID-19 no fuese a llegar de manera directa a los deportistas. Hasta no tener la certeza de que la salud de las personas no est¨¢ en riesgo, no tiene sentido retomar ninguna competici¨®n, ni con p¨²blico ni sin ¨¦l.
Simulando escenarios. Las preocupaciones de los dirigentes, adem¨¢s de lo deportivo, pivotan entre lo econ¨®mico y lo jur¨ªdico. No tiene nada que ver que la normalidad se recupere en cinco, seis u ocho semanas. Todas las variables est¨¢n abiertas y se dibujan escenarios por doquier. La diferencia entre poder acabar las competiciones y no hacerlo es abismal a todos los efectos. Las dudas sobre la celebraci¨®n de la Eurocopa y de los Juegos Ol¨ªmpicos ampl¨ªan la complicaci¨®n del panorama. De ello dependen muchos puestos de trabajo, contratos de patrocinio o los trascendentales derechos de televisi¨®n. Las p¨¦rdidas econ¨®micas van a ser fuertes y, en algunos casos, inasumibles.
Estado de alarma. Por respeto a los que nos cuidan y se juegan la vida en los hospitales, porque nunca result¨® m¨¢s f¨¢cil salvar una vida, por cari?o a nuestros mayores, por algo tan sencillo de entender como que la salud es lo primero, toca quedarse en casa y seguir lav¨¢ndonos las manos. Es triste que nos lo tengan que imponer, s¨®lo se necesitaba un ¨¢pice de sentido com¨²n. Mientras el bicho ande paseando, nos faltar¨¢ el deporte, que nos colma de emociones, pero tendremos que acostumbrarnos a teletrabajar. De paso, aprovechemos para disfrutar de alguna buena conversaci¨®n, de un buen libro, de una buena serie, de los Informes Robinson que nos perdimos o descubramos los MOOC, que son cursos gratuitos online ofrecidos por las mejores universidades del mundo. Tenemos tanto que aprender...