La exigencia de la Nataci¨®n
Los deportes acu¨¢ticos espa?oles, englobados federativamente bajo el nombre de Nataci¨®n, suman 15 medallas ol¨ªmpicas desde que se estren¨® en el caj¨®n en Mosc¨² 1980. Casi la mitad de ellas, siete, han llegado en los dos ¨²ltimos Juegos: cinco en Londres 2012, por ahora el r¨¦cord, y dos en R¨ªo de Janeiro 2016. Si a?adimos Pek¨ªn 2008 al recuento, subimos a nueve metales. La piscina ha puesto un list¨®n tan alto en su historia reciente, que ya no puede bajar de esa exigencia. Desde fuera se espera que la Nataci¨®n a?ada m¨¢s podios a su lustroso medallero en Tokio 2020. Y desde dentro se trabaja para ello sin l¨ªmites en la ambici¨®n, pero con realismo. As¨ª nos lo contaron este lunes en el sexto Desayuno Ol¨ªmpico de AS, donde Fernando Carpena, el presidente de la RFEN, asumi¨® el reto: ¡°Sabemos que se nos exige mucho¡±.
Desde punto de partida, desgranar las posibilidades tiene una enorme complejidad, porque la RFEN aglutina cinco deportes ol¨ªmpicos en una misma federaci¨®n, sin m¨¢s parecido entre ellos que el agua. Los dos que m¨¢s se asemejan son la nataci¨®n en piscina y aguas abiertas, incluso ha compartido muchas veces nadadores: Erika Villaecija fue un buen ejemplo. Los otros tres son absolutamente diferentes: el waterpolo, la sincronizada (ahora renombrada como art¨ªstica) y los saltos. Dentro de este rep¨®quer, el waterpolo se ha convertido en el buque insignia, igual que fue Mireia Belmonte en R¨ªo o la sincro en Pek¨ªn. ¡°Vamos a luchar por el oro¡±. A partir de ah¨ª, cada uno de los otros deportes tienen su vida propia. Los saltos ya ver¨ªan como un ¨¦xito la clasificaci¨®n; la sincronizada est¨¢ en pleno viaje de regreso; las aguas abiertas buscar¨¢n su sorpresa¡ ?Y la nataci¨®n? Ah¨ª se abren las mayores interrogantes. Mireia ya no es el seguro de podio que en tiempos cercanos, lo que no quiere decir que no pueda pelearlo. Y detr¨¢s de ella suenan nombres que sue?an con prolongar la historia: Joanllu Pons, Hugo Gonz¨¢lez, Jessica Vall, Marina Garc¨ªa, Alba V¨¢zquez¡ Con ilusi¨®n, pero sin garant¨ªas.