S¨ª pero no
Mientras Zidane afirma que no afectar¨¢ la derrota contra la Real Sociedad y Quique Seti¨¦n dice que est¨¢ satisfecho con el partido de su equipo en San Mam¨¦s, las semifinales de la Copa se presentan plenas de ilusi¨®n para cuatro aficiones, que al fin y al cabo de eso se trata el f¨²tbol. Tambi¨¦n de encajar la cr¨ªtica y asimilar que el Madrid tir¨® por la borda parte del cr¨¦dito bien ganado en los dos ¨²ltimos meses, y que el FC Barcelona est¨¢ peor que cuando se carg¨® a Valverde. Algunos dicen que les viene bien para aligerar el calendario y centrarse en LaLiga y en la Champions.
S¨®lo se lo come el que, por sistema, le echa la culpa al empedrado, que los hay. Tambi¨¦n de los que se enfurru?an y tiran el torneo por tierra cuando ven que no lo trinca un pez gordo o que creen que la Supercopa va a ser una casta?a pilonga porque no vender¨¢n un pimiento. Coincide con los que menean el debate para ver cu¨¢ndo se puede volver al ida y vuelta desde el comienzo de la Copa para evitar que los totems hinquen la rodilla, o al menos que sea sorteo puro, que los campos de hierba artificial asolan a los potentes, se exponen a lesiones. Y eso no puede ser. Que lo del modesto est¨¢ bien hasta que te pinta la cara. Primero gusta, luego escuece. La realidad es que entre los cuatro que se jugar¨¢n la Copa est¨¢n: el equipo que m¨¢s bonito juega; uno que se ha cepillado a tres de superior categor¨ªa; la revelaci¨®n de la Primera Divisi¨®n y el club que m¨¢s adora y respeta la Copa. Real Sociedad, Mirand¨¦s, Granada y Athletic Club.
La realidad es que es la edici¨®n m¨¢s emocionante que yo recuerdo. Y les digo una cosa, el ambientazo que se vivir¨¢ en La Cartuja en abril superar¨¢ cualquier previsi¨®n. Sean los finalistas que sean. Esta Copa es un cop¨®n.