Una caravana de Primera
A las 15:00, en el Estadio de la Cer芍mica, no se ve赤a ni un alma en las gradas. Pero desde las entra?as, resonaba un ※Espanyol, Espanyol§, como si Vila-Real fuera Cornell角 o Montju?c en el pasado, por el fr赤o que calaba en los huesos de los 3.000 valientes que recorrieron 300 kil車metros para animar a su equipo. Fue la caravana de la ilusi車n, en este caso por salvarse, en un viaje que quedar芍 grabado para los abuelos, padres e hijos que no se amedrentaron por la tormenta. Contra viento y marea, acostumbrado a navegar el Espanyol. Por la carretera, el goteo de coches con el emblema del perico o con atuendos blanquiazules era constante.
Antes de poner la primera piedra de la permanencia sobre el c谷sped, los aleda?os del antiguo El Madrigal fueron congregando a la afici車n. En la Pizzeria Pavarotti, donde el futbolista internacional del Villarreal Pau Torres celebr車 su cumplea?os recientemente, las mesas se llenaban de aficionados del Espanyol. Otros esperaban en las inmediaciones. ※?Has comido algo?§, preguntaba uno. ※Un bocadillo solo, pero poco m芍s§, le advert赤a su amigo. Los bares hicieron su agosto en enero. Un dinero procedente del bolsillo de los pericos, un equipo colista pero un club que ya se ha gastado 30 millones de euros para revertir la situaci車n. La segunda vuelta promete.
Y se vio en el campo. Los primeros diez minutos del Espanyol fueron apote車sicos. Con el gol de David L車pez y un juego entre l赤neas que record車 al de mejores 谷pocas. El cuadrado m芍gico de Abelardo, criado en Sant Adri角 (David, Roca, Melendo y Darder), lo culminaron Calleri y De Tom芍s, quienes fabricaron el 0-2. La grada perica explot車 de j迆bilo, incluso se escuch車 con sorna un ※que bote Cornell角§, ante el silencio amarillo, tan fr赤o en la grada como en el c谷sped, empeque?ecido por el Espanyol y su afici車n. Ra迆l de Tom芍s necesit車 apenas dos intervenciones para escuchar su nombre coreado.
El partido estuvo a punto de tener otro titular que bien pudo corear la afici車n perica. ※Manos arriba...§. El Villarreal se meti車 en el partido por un penalti por mano tras un rebote de Javi L車pez. Similar a la que obvi車 en la primera mitad a favor del Espanyol. Tambi谷n a eso resisti車 la caravana perica, al grito de "s赤, se puede", abraz芍ndose a unos jugadores que acudieron al fondo donde se ubicaron a celebrar la victoria del cambio.