El favorito
El f¨²tbol siente una extra?a debilidad por los equipos casi muertos. No tienen nada que hacer ante la superioridad del rival, pero en un segundo se agachan a recoger un chicle del suelo, lo cual es una cosa bastante asquerosa, y con eso, no me pregunten c¨®mo, ganan el partido. Saben convertir lo poco en mucho. El f¨²tbol no deja de ser un deporte en el que se permiten los milagros. El equipo inferior tiene suficiente para imponerse al superior con que todo dios ande pensando en el d¨ªa de su entierro. Hemos visto perder a bastantes favoritos como para saber que las cosas nunca est¨¢n hechas. Yo no apostar¨ªa, con esto, a que el Atl¨¦tico vaya a eliminar al Liverpool o el City al Real Madrid. Solo digo que, si tuviese las de ganar, un par de veces al d¨ªa, a solas con mis fantasmas, me susurrar¨ªa "pues no s¨¦ si no nos daremos una buena hostia".
Es dif¨ªcil decir algo irrefutable sobre un equipo favorito, salvo que es favorito y, como resultado de ello, a veces pierde. El equipo fuerte no lo ve venir. Empieza el partido clasificado de antemano y, cuando se da cuenta y se pregunta c¨®mo, el rival, con todo lo peor que es, le ha puesto las maletas en la acera. El muerto cambi¨® de agujero. Si eres el favorito aceptas que lo eres tambi¨¦n para perder incomprensiblemente.
Cuesta creer, en vistas de sus trayectorias, que Atl¨¦tico y City vayan a convalidar una temporada sin brillo en una machada. Pero el Liverpool produce hoy much¨ªsimo miedo, y el Madrid, hoy y ayer, se vuelve un ogro al llegar la Champions, as¨ª que se dan las condiciones perfectas para hacer de lo imposible lo l¨®gico. Pero no olvidemos que de vez en cuando tienen que pasar cosas normales. En mi primer a?o de instituto, el padre de un amigo le preguntaba todos los domingos qu¨¦ tal el curso. Josito, que era un desastre, siempre respond¨ªa "todo controlado". ?Lat¨ªn? Controlado. ?Lengua, Historia, Dibujo? Controlados. Y eso que ni iba a clase. Cuando nos dieron las notas su padre volvi¨® a preguntar. Josito sonri¨® y le dijo la verdad: "Bastante bien, pap¨¢. Suspend¨ª ocho".