?Qu¨¦ le dir¨ªa Merl¨ª a Demb¨¦l¨¦?
Los actores Carlos Cuevas (Pol Rubio en la ficci¨®n) y David Solans (Bruno Bergeron) presentan Merl¨ª: Sapere Aude, el spin-off de Merl¨ª.
(A continuaci¨®n, el art¨ªculo que resume la historia de Carlos Cuevas y David Solans, escrito por por Iv¨¢n Cordovilla pero con las expresiones, letras y frases textuales que el protagonista dej¨® en la entrevista)
El t¨®pico es el de que todos los profesores te hicieron la vida imposible de peque?o. El colegio era una c¨¢rcel -barrotes para no escapar incluidos- y los adultos aquellos que limitaban las ideas m¨¢s divertidas. A partir de secundaria pasaban a ser los polic¨ªas, que no te imped¨ªan hacer sino que el poder sancionador ya era suficiente como para asustar sin que (todav¨ªa) hubieses hecho nada. Merl¨ª era diferente, a Merl¨ª no le tem¨ªas. Todos los que vieron la serie siguen marcados de alguna manera y ahora, con el spin-off Merl¨ª: Sapere Aude (Movistar +, 5 de diciembre) se busca dejar la misma marca.
El personaje que interpretaba Francesc Orella era imposible que te dejase indiferente. Practicaba poco el epoj¨¦ y, si hubiese existido, no se podr¨ªa haber reprimido el impulso de ayudar a Demb¨¦l¨¦, quien habr¨ªa sido uno de sus peripat¨¦ticos preferidos. ¡°Apl¨ªcate m¨¢s¡±, le dir¨ªa, pero adem¨¢s encontrar¨ªa la forma de que lo entendiese incluso usando el Fortnite si fuera necesario. El f¨²tbol es un deporte con unos valores maravillosos y eso Merl¨ª tampoco podr¨ªa negarlo, incluso disfrutar¨ªa del espect¨¢culo con una buena cerveza. Es placer y eso ¨¦l nunca lo ha rechazado. Ahora, no s¨¦ si estar¨ªa tan a favor de todo lo que lo rodea, ?eh, David?
Bueno, es que yo creo que tambi¨¦n podr¨ªa decir ¡°dejad de estar embobados con la pelota y salid a la calle, ?collons!¡±. Y como su hijo ficticio, yo tambi¨¦n estoy en esa filosof¨ªa. He visto a gente que ha perdido el trabajo o su pareja y no se han enfadado tanto como cuando le meten un gol a su equipo. No es l¨®gico, y aunque a m¨ª me gustar¨ªa formar parte de esa locura, no puedo. Lo he intentado, Carlos lo sabe, me he puesto a ver partidos pero no llego a experimentar ese grado de pertenencia que tiene el aficionado normal. En otros tiempos era la Iglesia y ahora es el f¨²tbol.
Creo que Carlos es m¨¢s futbolero, pero yo para nada. Jugaba al hockey de peque?o, pero era el que siempre se intentaba escaquear. Llegaba tarde a prop¨®sito y mis padres me castigaban con lo contrario que a cualquier ni?o: en vez de prohibirme salir a jugar, me obligaban a ir a entrenar.
?A m¨ª me encantaba! Era delantero, un rat¨®n del ¨¢rea, inc¨®modo para los defensores. Jugu¨¦ en el equipo de mi pueblo hasta que llegu¨¦ a primero de juveniles, cuando la vida adulta dej¨® de permitirme entrenar tres veces a la semana. Albert Camus dec¨ªa que todo lo que sab¨ªa sobre los hombres lo sab¨ªa gracias al f¨²tbol, y es un poco as¨ª porque la presi¨®n hace que salgan los instintos m¨¢s primarios. Yo en el campo era m¨¢s Pol Rubio que en la vida cotidiana, se me iba un poco la olla, me expulsaban a veces¡ Pero no creo que eso me definiese como persona porque vivo m¨¢s tiempo mi vida normal que jugando al f¨²tbol. Quer¨ªa ser futbolista de peque?o, pero como cualquier ni?o. Realmente, si pienso c¨®mo es la vida de futbolista, viajando cada semana, y lo que tienen que entrenar¡ se me pasan las ganas.
?Nosotros tambi¨¦n viajamos! Pero claro que no al mismo nivel. La fama tampoco. Estuve en Tailandia y en la tele ten¨ªan puesto Bar?a TV o vend¨ªan merchandising con el escudo. Aunque los fans est¨¢n cambiando y creo que tenemos un problema serio de comunicaci¨®n en esta sociedad. Es extra?o cuando se te acerca un fan al que le gustar¨ªa pasarse horas hablando contigo, te pide una foto y se va porque no se atreve a conversar. Pero, por ejemplo, tambi¨¦n me ha pasado de pararme una chica y que s¨®lo me quisiera dar un abrazo, sin foto. Es muy diferente a la repercusi¨®n que tiene el f¨²tbol, capaz de paralizar ciudades y que pueda provocar que se tema por la seguridad de la gente como con el Cl¨¢sico y se tenga que aplazar.
Pienso que es una tonter¨ªa que se aplazara. Se cambi¨® la fecha una semana antes de manera muy precipitada. Que hubiese disturbios en una parte de la ciudad no significaba que no se pudiese jugar un partido de f¨²tbol. Los teatros, los restaurantes o los cines segu¨ªan funcionando. Yo vivo en Barcelona y no not¨¦ que pudiese ocurrir nada. Lo que pasa es que todo es pol¨ªtica. Esta conversaci¨®n es pol¨ªtica, la canci¨®n que tienes como despertador es pol¨ªtica¡ El f¨²tbol va a favor de unos valores y todos los valores son pol¨ªticos. El f¨²tbol es pol¨ªtica, sociedad y cultura. Estuve en la final de la Copa Libertadores de Lima y nunca hab¨ªa visto un ambiente de f¨²tbol tan intenso, no es comparable al Camp Nou. Vivimos en un pa¨ªs donde el f¨²tbol est¨¢ muy arraigado, pero en Sudam¨¦rica se implican mucho m¨¢s a nivel social. Si no me crees, busca a S¨®crates en Google.