Un hogar roto
Una pareja es una historia en com迆n. Una separaci車n es dos historias que divergen. Por eso hay siempre dos verdades. En una ruptura las dos partes tienen raz車n y est芍n equivocadas al mismo tiempo. Depende de la perspectiva desde la que observemos el asunto. ?Cu芍ndo comenz車 la desconfianza mutua? ?Cu芍ndo empez車 a resquebrajarse la convivencia? Si los implicados ni siquiera coinciden en eso, ?c車mo compartir el relato de los hechos? Para un solo final, hay dos principios diferentes.
Por segunda vez en poco tiempo, la Selecci車n espa?ola es un hogar roto. Al igual que en el Mundial de Rusia, no es dif赤cil argumentar desde cualquiera de las dos trincheras. Todos tienen sus razones, porque el conflicto no es producto de los resultados, sino que se concentra en el et谷reo espacio de las sensaciones y los sentimientos. Luis Enrique acusa a Robert Moreno de deslealtad. El ya exseleccionador contrargumenta mostrando un historial de fidelidades al que fue su jefe, incluido el haber estado ah赤, manteniendo la puerta entreabierta para su regreso.
Como en cualquier divorcio mal conducido, quien se lleva la peor parte es el tutelado. En este caso, los jugadores, que se quedan en tierra de nadie. ?Mirar芍 Luis Enrique con ojos entornados a aquellos que hace poco celebraban con Robert Moreno? ?Exigir芍 el seleccionador, como acto de fidelidad a su persona, erradicar la figura del anterior? Quien jug車 con Robert, ?ser芍 ahora un sospechoso? El que antes era suplente, ?se erigir芍 como h谷roe de la nueva causa?
Cuando las victorias llegan, el t車pico dice que el vestuario en el que se gestaron, m芍s que un grupo, era una gran familia. El de la Selecci車n es ahora un clan dividido. Sus 谷xitos en la pr車xima Eurocopa depender芍n de que sus integrantes comprendan que una separaci車n no es el fin, sino la reformulaci車n de una familia. Pero para ello son los que decidieron separarse quienes han de darse cuenta de que el conflicto no puede ir m芍s all芍 de la relaci車n entre ellos dos. Como padres separados: que discutan todo lo que quieran, pero siempre lejos de los ni?os.