La culpabilidad de Cillessen y el papel de Sancet
La clase innata
Somos devotos del talento, de j¨®venes que aparecen y manifiestan hechos diferentes. El debut de Sancet como titular en el Athletic justific¨® el ruido existente alrededor de su figura y trastoc¨® el plan de Osasuna. La presi¨®n rojilla se hizo in¨²til al ser un bloque muy largo, con Sancet estirando la medular bilba¨ªna y Ra¨²l Garc¨ªa y Williams fijando a los centrales para que no pudieran salir. Hasta que Arrasate no ajust¨® el conjunto, ocurrieron demasiadas cosas a la espalda de Brasanac y Fran M¨¦rida. Sancet fue el receptor id¨®neo entre l¨ªneas. Tiene un mapa en la cabeza y es motivo de desequilibrio con sus pases (cinco entregas a Williams, tres a C¨®rdoba, dos a Ra¨²l Garc¨ªa...). Sancet sabe de qu¨¦ va esto.
La precisi¨®n adulta
La madurez es un rasgo distintivo de un buen futbolista. No todos irrumpen a edades tempranas y han de esperar a escalar desde categor¨ªas m¨¢s bajas. Miram¨®n es el ejemplo. Se curti¨® en la dif¨ªcil Segunda B, salt¨® al f¨²tbol profesional con el Legan¨¦s y Reus en Segunda y alcanz¨® la Primera con el Huesca a los 29 a?os. En el Levante se ha consagrado como un lateral pujante, de amplio recorrido y con un efecto extraordinario en el balance ofensivo. Sus inicios como extremo en la cantera del Zaragoza le acompa?an. Es el lateral con mejor promedio de centros buenos al ¨¢rea de la competici¨®n con un 33% de ¨¦xito. Su env¨ªo a Roger ante el Mallorca result¨® una demostraci¨®n m¨¢s.
Elegir un camino
Hay victorias reponedoras por la forma y el resultado. Ganar a trav¨¦s de tu idea sienta mejor que hacerlo de cualquier otro modo. El Celta fundi¨® al Villarreal a partir de un planteamiento valiente, presi¨®n esforzada y metralla en las transiciones. No s¨®lo fue Aspas la cara del triunfo. La reubicaci¨®n de Denis en una posici¨®n m¨¢s centrada y la titularidad de Pione Sisto tras su ostracismo con Escrib¨¢ dieron sentido y criterio al Celta. El primero dispon¨ªa y el segundo faenaba con esos desmarques de fuera a dentro lleg¨¢ndose a intercambiar 17 pases entre ambos. El m¨¦rito mira a ?scar.
H¨¦roe y culpable
Los porteros son carne de escrutinio ininterrumpido, expuestos siempre a la paradoja y obligados a convivir con el elogio y el reproche m¨¢s que cualquier jugador de campo. El error puntual puede difuminar una buena actuaci¨®n general. A Cillessen le sucedi¨® en el Villamar¨ªn. Sostuvo al Valencia durante mucho tiempo, pero no estuvo fino en el gol postrero de Canales. Su equivocaci¨®n reabre el debate sobre la conveniencia del intercambio veraniego con Neto. Hasta el momento sale peor parado en la comparaci¨®n directa. Neto registr¨® un porcentaje de paradas del 76% en su etapa con el Valencia, tres puntos m¨¢s que Cillessen ahora.
El ¨²nico salvavidas
Sigue hundido el Espanyol, incapaz de reaccionar del todo pese al amago inicial que supuso la llegada de Mach¨ªn. Es previsible, sin juego interior y castigado por las concesiones de su sistema defensivo. A la espera del mercado de invierno, al que debe acudir sin miramientos, se agarra al bal¨®n parado como el elemento m¨¢s firme de su ataque. Los tres goles en la era Mach¨ªn han llegado de esta forma: dos de c¨®rner y otro de penalti tras una falta lateral. El poder¨ªo de salto y coordinaci¨®n de Bernardo en esa zona entre el punto de penalti y el primer palo es la mejor arma perica. Un central como desatascador, s¨ªmbolo de la contradicci¨®n de este Espanyol.