Robert Moreno se va bien

Se esperaba con cierto morbo alguna especie de pataleo final de Robert Moreno. La manera en que le han dado salida, teni¨¦ndole en la sart¨¦n todo el fin de semana y sin dejarle disfrutar de su ¨²ltimo partido, hubiera justificado una reacci¨®n con unos cuantos exabruptos. Pero en lugar de eso, sale con elegante discreci¨®n. Su nota es un ejemplo de c¨®mo se cierra un problema antes de que vaya a m¨¢s. El Se?or me lo dio, el Se?or me lo quit¨®, bendito sea su Santo Nombre. Sab¨ªa desde que lleg¨® que su permanencia no depender¨ªa s¨®lo de los resultados, como es propio de su oficio, sino de la disposici¨®n de Luis Enrique de regresar, y cu¨¢ndo hacerlo.

Su trabajo en la Selecci¨®n deja un buen aroma, con siete victorias y dos empates, un juego en general bueno, elecci¨®n de convocados que ha provocado pocas controversias, f¨²tbol de ataque, bueno a r¨¢fagas, y la elevaci¨®n al primer plano de Fabi¨¢n, Oyarzabal y Gerard Moreno, tres futbolistas de alta solvencia. Estos meses han cambiado para bien la vida de Robert Moreno y as¨ª lo sentir¨¢ por dentro. Ha pasado de ser un auxiliar a entrenador de curso legal, fogueado ya en las altas responsabilidades del puesto, y un nuevo panorama se ha abierto en su carrera. Y su salida, como hombre de paz en medio de una bronca, le ayudar¨¢.

¡°Preguntadle a Luis Enrique¡±, dijo con sencillez cuando le preguntaron por qu¨¦ ¨¦ste no le quer¨ªa ya a su lado. Tambi¨¦n en eso hace bien. All¨¢ l¨ªos. Despu¨¦s de todo, Luis Enrique ha sido decisivo en su vida aunque ahora hayan roto. Es mejor ir por la vida recordando las cosas buenas de los dem¨¢s y olvidando cuanto antes las malas. Entre las cosas que me preocupan del f¨²tbol, que tanto me gusta, una es su imagen social. Lo que vivimos el lunes y el martes me pareci¨® desagradable. Esta suave despedida de Robert Moreno lo dulcifica. Ahora s¨®lo espero que no lo estropeemos el mi¨¦rcoles, cuando comparezca Luis Enrique.