Sin tiempo para ponerse del otro lado
En uno de esos paseos a ning¨²n lado que se realizan demasiado a menudo por Internet, me cruc¨¦ con una regla jur¨ªdica de la antigua Ley Jud¨ªa de lo m¨¢s rara, pero a la vez esclarecedora. Si un tribunal condenaba a un presunto culpable por unanimidad deb¨ªa ser liberado al instante: se supon¨ªa que deb¨ªa ser inocente. ?Y eso? La Ley Jud¨ªa, un cuerpo masivo de literatura legal que ha acompa?ado a su pueblo, supone que siempre hay atenuantes. Si nadie los tiene en cuenta es porque el Tribunal est¨¢ manipulado. La unanimidad es el resultado de una masa que impone su juicio por presi¨®n, no por raz¨®n. Y miren por d¨®nde, me dio por pensar en Bale.
Nadie duda que hizo mal en no entrenarse con el Madrid y sin embargo estar listo para su selecci¨®n; o que saltara de par¨®n internacional a par¨®n internacional sin pasar por la casilla de su club. Y hay m¨¢s: lo de que le gusta m¨¢s el golf, lo de que ya no le apetece jugar a f¨²tbol, lo de que es un jeta y as¨ª. Es una visi¨®n un¨¢nime (yo no estoy de acuerdo, pero este granito de arena no pesa) y cuando lo es, cuando la tertulia coincide en el linchamiento, me pongo un poco nervioso. Esa coincidencia procede de varias cosas: la distancia con Gareth Bale, poco inter¨¦s del club en cambiar la opini¨®n, pruebas de que trata a su cuerpo con un respeto quiz¨¢ excesivo, voces del vestuario, sus palabras despistadas cuando habla.... Parece haber suficiente para juzgarlo negativamente. Y a¨²n as¨ª¡ ?Y si ha estado lesionado? ?O est¨¢ desconectado en su puesto de trabajo? ?No habr¨ªa que buscar razones? Pero en este caso no hay tiempo para ponerse del otro lado.