Bale, no pienses que el Madrid es el hoyo 19...
El C¨®digo de Conducta del club le ampara. No se salta un sem¨¢foro en rojo, pero ¨¦ticamente su conducta no tiene un pase.
En la primavera de 2013, Florentino recibi¨® una fotograf¨ªa de Times Square, en Nueva York, en la que Bale copaba la fachada principal?con el tama?o de King Kong subido a?la cima del?Empire State Building. Gareth iba con la camiseta del Tottenham y celebraba un gol con los Spurs que serv¨ªa para promocionar la Premier en la ciudad donde los sue?os no tienen fecha de caducidad. El presidente movi¨® la maquinaria para traer como fuera?al MVP de la que ahora es, sin duda, la?liga m¨¢s fuerte de toda Europa.
En el Madrid creci¨® como jugador. Como persona es evidente que?no. En su primer curso alcanz¨® la gloria con sus goles al Bar?a en la final?de Copa en Mestalla (m¨ªtica su carrera con Bartra y su definici¨®n ante Pinto)?y al Atleti en Lisboa en el extra time de?la noche m¨¢gica de la D¨¦cima. Pero desde entonces, el velocista gal¨¦s ha sido m¨¢s noticia por sus lesiones y las?salidas de pata de banco de su agente, Jonathan Barnett, que por su f¨²tbol.? Cierto que en Kiev nos dio la ¡®Tred¨¦cima¡¯ con dos goles clave, uno de ellos para la hemeroteca. Pero no conozco un solo torero que se mantenga mucho en el star system s¨®lo por torear bien en Las Ventas y La Maestranza un par de veces por temporada. Cristiano daba el?callo y facturaba igual bajo la lluvia de Ipurua que bajo el fuego ambiental del Camp Nou o el Calder¨®n...
Bale no est¨¢. Y ya ni se le espera, que es lo peor que se puede decir de una estrella de la que se espera todo. Los calambres sufridos en el Gales-Croacia, donde jug¨® con la energ¨ªa de Le¨®nidas, el Rey de Esparta, se han convertido en caldo de cultivo para los pr¨®ximos guiones de la serie CSI. Bale pasa m¨¢s tiempo estudiando con sus abogados los l¨ªmites de?la ley que tocando la pelota. Se niega a hacer p¨²blicas sus lesiones y hay que? asumirlo y callar. Por eso est¨¢ haciendo una minipretemporada en Valdebebas,?sin estresarse, para jugarse la vida con Gales dentro de dos semanas. Y por eso?se va del Bernab¨¦u en su confortable veh¨ªculo, siempre en torno al minuto 83, sin saber la suerte que correr¨¢n sus compa?eros. El C¨®digo de Conducta del club le ampara. No se salta un sem¨¢foro en rojo, pero ¨¦ticamente su conducta no tiene un pase. Para ¨¦l, el Madrid s¨®lo es un hoyo m¨¢s. El 19...