Octubre, un mes raro, tambi¨¦n en el Espanyol
No s¨¦ qu¨¦ tendr¨¢ este mes, siempre le tuve una man¨ªa especial de la que me siento incapaz de desprender aunque comprenda la irracionalidad del asunto. El mes de octubre es como un jueves para m¨ª (d¨ªa de la semana que tan solo consegu¨ª dejar de odiar en la ¨¦poca universitaria), es un mes raro, est¨¢ ah¨ª como en medio de la nada. Tan lejos le queda ese agosto y su verano como diciembre y Navidad.
En octubre no empieza nada bueno, o al menos esa es la sensaci¨®n que siempre tuve. Vuelve el fr¨ªo, vuelve el horario de invierno y vuelve el bal¨®n amarillo del f¨²tbol moderno. Todo mal. Mi relaci¨®n con este mes es tan extra?a como ¨¦l mismo.
Raro es tambi¨¦n este octubre blanquiazul. Se estrena proyecto con el mes medio vencido. Empieza la ¡®era Mach¨ªn¡¯ en el Espanyol. Estrenamos nuevo m¨¦todo e ilusi¨®n. La llegada del nuevo t¨¦cnico nos obliga a mirar hacia delante, a olvidar todo lo que sucedi¨® antes del mes m¨¢s raro. Confiar un proyecto en alguien de la casa ya es historia. Ya nos han recordado adem¨¢s, que con el cambio de banquillo, llega tambi¨¦n ese dichoso refr¨¢n, ese que vaticina una victoria segura con nuevo entrenador.
Pese a que la vida y la estad¨ªstica est¨¦ empe?ada en desmentirlo, ah¨ª sigue en pie la mentira, como si no hubiera otro argumento para la ilusi¨®n, como si estar en el mes de octubre no fuera ya suficiente castigo.