El guerrillero del bal¨®n
Saber jugar
Rafinha sabe de que va esto. Su redebut con el Celta puso el acento en sus cualidades. El criterio en la asociaci¨®n, el acierto de sus movimientos, la capacidad de apoyo y el alto nivel t¨¦cnico ensalzan a un jugador que no se empeque?eci¨® contra el Atl¨¦tico. Se impuls¨® por todo el frente de ataque y oxigen¨® la circulaci¨®n con toques siempre adecuados. En el primer tiempo complet¨® todos sus pases -28, 16 en campo contrario- y durante todo el encuentro conect¨® al menos una vez con todos sus compa?eros, incluido Rub¨¦n Blanco. Rafinha conoce el juego de arriba a abajo.
De una y mil formas
Hay victorias reveladoras, m¨¢s significativas por el c¨®mo y el momento, que ofrecen la visi¨®n completa de un equipo. La Real Sociedad gana de una y otra forma en este inicio de temporada, con el bal¨®n como hilo conductor. En Cornell¨¢ se impuso al Espanyol de principio a fin, abund¨® en su f¨²tbol de toque y a?adi¨® una dosis de verticalidad hiriente para el rival. El equipo de Imanol puede correr a trav¨¦s de los desmarques de Portu y Oyarzabal por los carriles exteriores y el buen pie de Odegaard y Merino como lanzadores. Al noruego le encaja m¨¢s el dinamismo del ex del Girona que el concepto que propone de Januzaj. La Real articul¨® dos transiciones mortales de necesidad en los dos primeros goles que arrodillaron al Espanyol. S¨®lo mont¨® nueve acciones de contraataque, pero cinco de estas acabaron en remate y tres en gol. Su juego a¨²na ya control, precisi¨®n y v¨¦rtigo al mismo tiempo.
La mano del entrenador
La ca¨ªda del Barcelona en Los C¨¢rmenes deja tan mal al equipo de Valverde como elogia al Granada. Diego Mart¨ªnez se consolida como un entrenador minucioso, trabajador e intervencionista en su justa medida. La titularidad de Azeez para engordar la medular junto a Herrera y Montoro se convirti¨® en una decisi¨®n providencial, pese a algunos desajustes del futbolista nigeriano en la presi¨®n durante el primer acto. Su coordinaci¨®n con los otros dos centrocampistas achat¨® al Barcelona tras la salida de Messi y Ansu. El repliegue intensivo del Granada funcion¨® y Azeez ejerci¨® como actor principal.
El activista ofensivo
El rendimiento de un delantero se vincula al gol, pero hay atacantes cuyo repertorio resulta mucho m¨¢s amplio. Es el caso del Chimy ?vila, peleado ahora con la definici¨®n. Sus desmarques de ruptura y actividad continua aportan una salida a Osasuna y provocan el desequilibrio. El duelo ante el Betis volvi¨® a delatar estas habilidades, aunque no termina de ver puerta. ?vila estir¨® a su equipo, pele¨® cada bal¨®n en largo ¨Crecibi¨® cuatro entregas de Rub¨¦n- y se entendi¨® con Adri¨¢n. Es un guerrillero del bal¨®n.
El talento secundario
Son incontables los enfrentamientos que se resuelven a partir de la actuaci¨®n de un hombre salido desde el banquillo. El Villarreal refrend¨® esta m¨¢xima contra el Valladolid. El volumen de su plantilla le permite a Calleja disponer de soluciones distintas tanto individuales como colectivas. Ontiveros y Chukwueze alteraron el panorama desde su descaro. Son futbolistas desacomplejados, de pura calidad y desparpajo. No necesitan acumular acciones con el bal¨®n -12 apariciones de Ontiverons y 18 de Chukwueze- para tener ese aire de jugador diferencial.
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