La Supercopa con m¨¢s morbo
El baloncesto no para. Seis d¨ªas despu¨¦s del inesperado y merecido alir¨®n de Espa?a en el Mundial, a 9.200 kil¨®metros de Pek¨ªn, con escaso tiempo para el descanso, el bal¨®n volar¨¢ otra vez en Madrid para decidir el primer t¨ªtulo dom¨¦stico de la temporada: la Supercopa Endesa. Hasta nueve finalistas de entonces militan en los equipos participantes, cinco en el Real Madrid, tres en el Barcelona y uno en el Valencia, aunque ya se ha ido quedando alguno por el camino: Pau Ribas, Quino Colom... y ya veremos lo que juega alg¨²n otro como Rudy Fern¨¢ndez. Competir con un tiempo de reposo tan peque?o no es lo ideal, si bien en la mayor¨ªa de los casos s¨ª disfrutaron de unas dilatadas vacaciones antes de concentrarse con sus pa¨ªses all¨¢ por julio. Cansancio al margen, la cercan¨ªa entre la Copa Mundial y la Supercopa de la ACB s¨ª aporta un inter¨¦s extra, porque la euforia generada por el t¨ªtulo en China aumenta la expectaci¨®n por el baloncesto de primer nivel. El ¨¦xito de la Selecci¨®n levanta el ¨¢nimo en torno a un evento que ya congregaba antes sobrados atractivos para seguirlo.
La Supercopa arranca este s¨¢bado colmada de morbo por la presencia de Nikola Mirotic con la camiseta del Bar?a, un jugador que se form¨® y triunf¨® en el Madrid. Que su debut como azulgrana en una competici¨®n oficial sea en la cancha de su viejo equipo, se erige como una de esas maravillosas travesuras del deporte, que ayudar¨¢ a elevar la temperatura del torneo. Si el Valencia y el Fuenlabrada lo permiten, y van a intentar con tes¨®n no permitirlo, la final de ma?ana puede traer el primer ?Madrid-Bar?a del curso, el Cl¨¢sico del b¨¢squet, con otro ingrediente morboso: la pen¨²ltima vez que ambos dilucidaron un t¨ªtulo en el WiZink Center, el Barcelona alz¨® la Copa del Rey tras una pol¨¦mica cadena de errores arbitrales. Luego, el Madrid se veng¨® en la Liga. No hay tregua en el baloncesto.