Septiembre de segundas oportunidades
Lo que mal empieza es pasado. Y ya. Ni empezar bien asegura el ¨¦xito ni lo contrario augura un descalabro. De hecho, a?ado: empezar mal es la mejor de las ense?anzas. No hay drama en un mal inicio que no pueda ser solucionado en el tiempo. Y es que en general, si nos dieran elegir, en cualquier ¨¢mbito, preferir¨ªamos un camino de menos a m¨¢s y no su ant¨®nimo. En el f¨²tbol, adem¨¢s, empezar mal baja de la nube a todo el que accedi¨® a ella aupado por la ilusi¨®n por lo que empieza. Es un ba?o impertinente s¨ª, pero de realidad.
La temporada en el Espanyol no ha empezado bien, es un hecho. El ambiente anda cargado por la CE Dani Jarque y rezuma el olor a ultim¨¢tum. Gallego camina como el que se sabe se?alado, con pinta de haber gastado ya una oportunidad y obligado a aprovechar la segunda, si quiere llegar en el cargo al puente del Pilar. En este f¨²tbol aniquilador de hoy, escaso de paciencia, los entrenadores dejaron de temer la llegada del turr¨®n porque algunos no llegan ni a ponerse el chaquet¨®n en los primeros d¨ªas de fr¨ªo de oto?o.
El equipo, pen¨²ltimo, no pudo terminar peor esa mini liga de agosto con aspecto de provisional, dejando para la llegada de septiembre muchas asignaturas que recuperar: desde el sistema de juego hasta la sinton¨ªa entre cuerpo t¨¦cnico y jugadores. Tiempo hay de remediarlo, pese a que ¨¦ste sea muy limitado.