Nos robaron el monstruo
Si del cerdo nos gustan hasta los andares, qu¨¦ no haremos con el f¨²tbol. Vamos a chuleta y a molleja. Dijo Lillo que la guarnici¨®n se hab¨ªa comido al solomillo, pero nosotros devoramos hasta el plato si nos dejan. Disfruto los alrededores, pero a veces preferir¨ªa quedarme en el relato. Por ejemplo: no dejo de escuchar lo emocionante que es la vida en Segunda. Que cualquier equipo te pinta la cara, que est¨¢ ah¨ª metida media Primera¡ Pero la semana pasada en Fuenlabrada me soplaron veinticinco euros por sentarme en lo alto de una grada supletoria, mear en un ba?o de pl¨¢stico y beber agua caliente a dos euros junto a una caseta de obra. Al descanso me fij¨¦ en una abuela medio desmayada que buscaba sombra bajo el mamotreto met¨¢lico. La vi abanicarse la permanente, un puro gif del sofoco, y pens¨¦ que a los dos se nos hab¨ªa perdido lo mismo all¨ª. Mejor nos hubi¨¦ramos quedado en el relato.
Sucede igual con los nuevos futbolistas. Nadamos en un mar calentorro de datos y ya nada nos sorprende. El exceso de informaci¨®n es el cond¨®n de la ilusi¨®n. Antes la comunicaci¨®n entre los futbolistas y el p¨²blico era m¨¢s directa. Pod¨ªas enamorarte de un gordo que hac¨ªa un ca?o cada dos partidos. Un 1-0 de penalti injusto justificaba el coma et¨ªlico. Ahora hay una cuota de pases filtrados que cumplir, unas est¨¦ticas que respetar y el mapa de calor no se va a pintar solo. Ahora el f¨²tbol hay que entenderlo.
Siempre es mejor imaginar el partido que jugarlo. Como el padre de mi amigo Jos¨¦, que hablaba del doblete de Robinho en C¨¢diz con tal chispazo en los ojos que cualquiera le espetaba la verdad. Ojal¨¢ volver a aquella inopia, pero no hay caso. Estamos perdidos. Sabemos tanto sobre nuestros futuros ¨ªdolos que no les damos tiempo ni a decepcionarnos.
Dos acontecimientos acaban de llegar a nuestras vidas al mismo tiempo: el estreno de Ansu Fati y la muerte del monstruo del lago Ness. Del primero afirman que es el crack del futuro; del segundo, que en realidad s¨®lo fue una anguila gigante. A saber por donde sale el muchacho pero yo echo de menos a 'Nessy'.