Nadal contra la tormenta de verano
Nick Kyrgios es un chico malo con cara de malo. Daniil Medvedev tambi¨¦n es un chico malo, aunque con una enga?osa cara de bueno. La nueva sensaci¨®n del tenis lo mismo le tira una moneda a un juez, que saca una peineta o reta micr¨®fono en mano al p¨²blico de Flushing Meadows. Pero sobre todo es un fen¨®meno con la raqueta, que lidera el escalaf¨®n de victorias de la temporada (50) y que este verano ha logrado enlazar cuatro finales consecutivas. Este domingo jugar¨¢ la cuarta en el US Open, que tambi¨¦n ser¨¢ la primera en un Grand Slam. Una racha que le distancia del malote australiano. Enfrente tendr¨¢ a Rafa Nadal, que juega en casa. Los ruidosos aficionados neoyorkinos detestan al ruso tanto como veneran al espa?ol, que encandila a la grada con sus nadaladas, esos golpes imposibles que ¨¦l convierte en asiduos.
El tenis lleva tiempo esperando a un joven emergente que plante cara al Big Three, que marque la jubilaci¨®n a los incombustibles Federer, Nadal y Djokovic. Sonaron con fuerza Zverev y Tsitsipas, igual que antes Thiem y Dimitrov. Hasta que ha aparecido Medvedev para adelantar a todos. Despu¨¦s de perder dos finales seguidas ante Kyrgios (Washington) y Nadal (Montreal), al fin alz¨® un t¨ªtulo de maestro en Cincinnati, donde dej¨® en la cuneta a Nole. En su contra juega el cansancio acumulado en esta traca, aunque con 23 a?os el f¨ªsico aguanta, y tambi¨¦n sus altibajos emocionales, que a¨²n no ha sabido domar. Pero aprende r¨¢pido. Rafa vuelve a participar en un duelo de generaciones, uno m¨¢s, ante un Medvedev que encara el desaf¨ªo de demostrar que lo suyo no ha sido s¨®lo una tormenta de verano.