Expectativa y realidad
Hace unos d¨ªas las redes ardieron con un v¨ªdeo en el que sal¨ªa Wesley Sneijder luciendo un evidente sobrepeso apenas dos semanas despu¨¦s de anunciar su retirada. Admito que me sent¨ª decepcionado. Trat¨¢ndose de Sneijder, me esperaba que a los 15 d¨ªas estuviera ya arruinado, metido en la Cienciolog¨ªa y negociando ir a la Isla de los Famosos. No en vano, al bueno de Wesley siempre le gust¨® vivir muy deprisa: lleg¨® al Madrid, asombr¨® al f¨²tbol mundial durante cuatro jornadas inolvidables y luego se desintegr¨® como polvo de una estrella fugaz por las moquetas de la noche madrile?a. Como ?caro, vol¨® demasiado cerca del sol. O de los focos de Gabana.
El holand¨¦s siempre fue una debilidad personal. Especialmente cuando se arrastraba por el campo y escatimaba su talento. A fin de cuentas, el amor m¨¢s puro es el no correspondido. Con el f¨²tbol ocurre algo parecido. Seguir confiando en un jugador que no te deja de decepcionar es lo m¨¢s parecido al amor. Wesley lo ten¨ªa todo: disparo, visi¨®n, pase en largo, juventud, etc. Todo, menos buen pelo. El tramo final de su carrera lo jug¨® en Turqu¨ªa. ?Casualidad? No lo creo. Sneijder nos ense?¨® lo traicioneras que pueden ser las expectativas. Como nos ocurri¨® con otro holand¨¦s, Drenthe, en aquella Supercopa ante el Sevilla. Recuerdo un sms a un amigo tras aquel inolvidable trallazo: "Te lo dije. Es buen¨ªsimo". Termin¨¦ sin Supercopa y, sobre todo, sin credibilidad.

Ahora todas las expectativas est¨¢n en el cierre del mercado de fichajes, la Nochevieja futbolera: tiene un punto hortera, pero conservamos la infantil esperanza de que hasta el ¨²ltimo momento puede suceder cualquier cosa. Es esa noche loca en la que terminamos gastando m¨¢s de lo esperado y actuamos movidos por la desesperaci¨®n. Como Mourinho, todos alguna vez hemos ido a por un fichaje ilusionante para acabar con Essien llam¨¢ndote "daddy". Luego al d¨ªa siguiente nos apuntamos al gimnasio, volvemos a la rutina y el Madrid tira LaLiga en septiembre contra el Levante.
Un ¨²ltimo apunte: Sneijder gan¨® el triplete con el Inter en 2010 y llev¨® a su selecci¨®n a la final del Mundial de Sud¨¢frica. Mereci¨® el Bal¨®n de Oro aquel a?o y mostr¨® su decepci¨®n, como Griezmann, por no ganarlo. Lo dicho: las expectativas son lo peor. Nada como tocar fondo r¨¢pido y con estr¨¦pito.?