El ciclismo precipita el futuro
Todo ha sucedido tan r¨¢pido como la carrera de nuestros dos protagonistas. En s¨®lo una semana, Egan Bernal ha ganado el Tour de Francia y Remco Evenepoel ha dominado la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n. El colombiano tiene 22 a?os. Despu¨¦s de la Gran Guerra, nadie menor de esa edad se hab¨ªa coronado en Par¨ªs. El belga es a¨²n m¨¢s joven, tiene 19. Desde que existe el World Tour, nunca hubo un vencedor tan precoz. Ambos apuntaban maneras de grandes campeones, anunciaban una andadura gloriosa¡ Pero no tan pronto. Su desbordante clase ha precipitado los acontecimientos, ha adelantado el futuro. Especialmente Evenepoel, cuyo salto a profesionales antes de la veintena ya supon¨ªa un hito. Su estreno est¨¢ deslumbrando tanto como sus dos oros mundiales j¨²nior: ya lleva cuatro victorias, la ¨²ltima en la liga mayor.
Aquellos que triunfan en el pelot¨®n en torno a los 24 a?os ya son considerados prematuros, porque hay un cierto consenso en que los ciclistas van madurando con tiempo y kil¨®metros, van cogiendo poso, capacidad de recuperaci¨®n, buen fondo, experiencia¡ Sin embargo, la eclosi¨®n de estos dos campeones, unidos a otros destellos del presente curso como Van der Poel o Van Aert, pone en cuesti¨®n los h¨¢bitos que la historia de este deporte hab¨ªa consagrado. A esos ciclistas j¨®venes siempre se les hab¨ªa llevado poco a poco, con un aprendizaje largo, meta a meta. Ahora resulta que pueden ganar antes, si se les presenta la oportunidad. Quiz¨¢ los t¨¦cnicos del ciclismo deber¨ªan plantearse qu¨¦ est¨¢ cambiando en las nuevas generaciones. Y si verdaderamente es tan necesario conducirles con el freno echado.