Bale irrumpe cuando no se esperaba
De repente, Bale. Ante el Arsenal sali¨® en la segunda mitad y enderez¨® un partido en el que el Madrid estaba pas¨¢ndolo muy mal. Con su zancada larga, su excelente zurda y un esp¨ªritu que no siempre muestra, fue decisivo para que el temido desastre acabara en un decoroso 2-2. Su despertar coincidi¨® con el de Asensio, s¨®lo que lo de ¨¦ste lo cort¨® en seco una lesi¨®n grave, que le va a tener fuera bastantes meses. Y ahora son muchos los que se preguntan si ante la larga baja de Asensio no ser¨ªa m¨¢s prudente conservar a Bale otra temporada. La idea se alimenta de esta ¨²ltima buena impresi¨®n, claro. ?Se ablandar¨¢ Zidane?
Es un gran jugador, desde luego, pero qu¨¦ caro se vende. Empiezo a pensar que es el arquetipo del ¡®sportman¡¯ ingl¨¦s del XIX, que hace deporte por placer, sin tomarlo con la seriedad del profesional. Le pagan mucho, claro que s¨ª, lo coge y es su derecho hacerlo, pero no se le ve disposici¨®n para encarar con buen ¨¢nimo las exigencias que acompa?an a su oficio. Cuando lanz¨® aquella retah¨ªla de quejas sobre el tormento que supone la vida del futbolista estaba delatando eso. Es m¨¢s divertido jugar al golf en horarios y lugares placenteros que andar de aqu¨ª para all¨¢, a ritmo dos partidos de f¨²tbol por semana.
No es extra?o que un entrenador de la seriedad de Zidane recele de un jugador as¨ª, y prefiera verle lejos. Florentino, que siempre tuvo una mirada oblicua hacia Cristiano, trajo a Bale como previsible reemplazante. La pretensi¨®n era exagerada en s¨ª incluso teniendo en cuenta las condiciones futbol¨ªsticas de uno y otro, pero teniendo en cuenta la afici¨®n y ambici¨®n de uno y otro resultaba descabellada. Para Cristiano, todo trabajo, en el entrenamiento o en los partidos, era poco. Para Bale el f¨²tbol es una cosa pelmaza con la que tiene que convivir para ganarse la vida. Dios le dio diez talentos, pero los aprovecha mal.