Perd車name, Borja, no te entiendo
La relaci車n contractual de Borja Iglesias con el Espanyol puede estar llegando a su fin. La sentimental quiz芍 apure un poco m芍s su tiempo. Al &Panda* le ha bastado un a?o para dejar en Cornell角 la huella que ya hab赤a dejado en Zaragoza en el mismo periodo. Iglesias ha dejado todo lo que ten赤a dentro, no hay peros. Parece destinado a marchar de donde se le quiere cuando a迆n se le puede echar de menos.
Conviene recordar, por tanto, que el abuso de la melancol赤a no es bueno para nadie. Ante tal decisi車n, tan solo nos queda juntar esos tres verbos, a los que siempre a?ado un cuarto, que tanto dicen cuando sus infinitivos se acompa?an. Ver, o赤r, callar y sonre赤r. La posible salida de Borja Iglesias se fragua sin conflictos, cl芍usula mediante. Ni est芍 forzando la situaci車n, ni tuvo un mal gesto en el &stage* de pretemporada en Navata, ni ha montado el circo al que ya nos han acostumbrado los cracks, que ya solo lo son cuando tienen un bal車n en los pies.
De su etapa blanquiazul, si de verdad se acaba, tan solo nos quedar芍 una espina, quiz芍 la m芍s dolorosa. Respetaremos la decisi車n, s赤. Pero cuesta entenderla. Se puede marchar al Betis porque es el mejor postor y ya. El Panda se encamina a un proyecto, liderado por Rubi, que ans赤a su vuelta a Europa. Ese paso en el Espanyol ya estaba dado. La pr車xima temporada para ellos ser芍 un &d谷j角 vu* de la anterior. Aun as赤, honores para Borja.