La toma de control de Roca, Fabi¨¢n y Ceballos
Celebran Espa?a y Alemania el reencuentro con s¨ª mismas en este Europeo Sub-21. A tenor de los visto, el combinado de Luis de la Fuente ha recobrado el esp¨ªritu que un d¨ªa alz¨® al f¨²tbol espa?ol y la selecci¨®n germana ha reprogramado su tradicional atractivo de fiabilidad y contundencia. La cuota de posesi¨®n, tan valorada por unos y depreciada por otros, funciona como indicio. Espa?a ha dominado este apartado en sus cuatro partidos, mientras que Alemania, que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa revisado su estilo para hacerlo m¨¢s combinativo, s¨®lo lo hizo en la goleada contra Serbia (60%). El control del bal¨®n se antoja como un elemento fundamental para la Sub-21. Su rival resulta temible en las transiciones, habilitadas por los primeros toques de Waldschmidt y las conducciones de Amiri (o Richter) y Oztunali. La Selecci¨®n no se puede permitir errores en la circulaci¨®n que promuevan las contras de Alemania. El tri¨¢ngulo entre Marc Roca, Fabi¨¢n y Ceballos ¨Cse han intercambiado 180 pases en los partidos ante Polonia y Francia¨C se debe imponer al que forman Eggestein, Neuhaus y Dahoud.
Destaca Alemania por su facilidad para traspasar l¨ªneas por disponer de muchos jugadores que atacan con velocidad el hueco libre. Los desmarques en diagonal de Amiri, un talento importante, desacoplan los sistemas defensivos. Tanto ¨¦l como Oztunali disfrutan de la cualidad de fijar a los laterales rivales para salir por dentro o por fuera o esperar los desdoblamientos de sus compa?eros. Dani Olmo y Fornals no pueden dimitir en el balance ante la presencia ofensiva de Klostermann y Henrichs. Waldschmidt es el hallazgo m¨¢s se?alado de Alemania en toda la competici¨®n. El delantero se maneja con la misma eficacia a campo abierto y en espacios reducidos. Vallejo y Mer¨¦ ser¨¢n sus carceleros y requerir¨¢n de la m¨¢xima anticipaci¨®n en la lectura de las jugadas. Waldschimdt no es un delantero centro al uso como tampoco lo es Oyarzabal en Espa?a.
La decisi¨®n de Luis de la Fuente de apostar por el jugador de la Real Sociedad como falso nueve ha ensamblado el juego de Espa?a. Aunque no participe de forma directa en la acci¨®n, resulta determinante por su poder din¨¢mico. Sus movimientos abren defensas; son causa de distracci¨®n. Tah y Baumgartl sufren ante este tipo de jugadores por sus problemas posicionales. Se sienten m¨¢s c¨®modos con una referencia a la que sujetar. A Fornals y Dani Olmo les vuelve a corresponder asaltar esos espacios que libera Oyarzabal. Espa?a tambi¨¦n necesitar¨¢ de la jerarqu¨ªa en los contraataques que ha demostrado en el torneo. El repliegue alem¨¢n se quiebra por los laterales. Es esta una v¨ªa de entrada para recuperar el trono europeo.