El Gatu y aquel entra?able sub-21
El t¨ªtulo europeo del 86 fue el primero de Espa?a tras la Eurocopa de 1964. Al portero qued¨® destinada la mayor gloria de aquella final, que se resolvi¨® en los penaltis.
El D¨ªa D fue el 29 de octubre de 1986. Catorce d¨ªas antes fue la ida en Roma. Espa?a hab¨ªa dejado en el camino a Islandia, Escocia, Francia y Hungr¨ªa hasta llegar al doble choque en la cumbre con Italia. Ablanedo a¨²n habla con respeto de aquel equipo: "Apunte: Zenga, Donadoni, Giannini, De Napoli, Matteoli, Vialli, Mancini¡ ?Qu¨¦ generaci¨®n! Casi todos fueron figuras, algunos lo eran ya, hab¨ªan estado en el Mundial de M¨¦xico".
De Roma volvimos con un 2-1 en contra y sufriendo. Calder¨¦ marc¨® en el 36, pero la segunda mitad de Italia fue colosal, con un juego magn¨ªfico. Vialli empat¨® en el 50 y Giannini hizo el 2-1 en el 76. Salimos vivos de milagro. Ablanedo volvi¨® cargado de elogios.
El partido de vuelta se fij¨® para Valladolid, pero surgieron voces reclam¨¢ndolo para Sevilla. Miguel Mu?oz, seleccionador de la absoluta, la ten¨ªa por sede fija para todos los partidos oficiales; solo los amistosos se jugaban en otros lugares. Era proverbial el entusiasmo del "jugador n¨²mero doce" (la expresi¨®n naci¨® all¨ª, con Kubala) y se tem¨ªa que el ambiente en Zorrilla resultara fr¨ªo, y m¨¢s dado que se iba a televisar.
Pero la ciudad se volc¨®. Se not¨® desde las v¨ªsperas, con aficionados merodeando por el Hotel Meli¨¢ Parque, donde estaba Espa?a, y el Felipe IV, escogido por Italia. A Eusebio no le extra?¨®: ¡°Entonces hab¨ªa buen ambiente de futbol en Valladolid. En la concentraci¨®n est¨¢bamos tres del equipo: Torrecilla, Juan Carlos y yo, m¨¢s Andrin¨²a, que hab¨ªa jugado con nosotros. Adem¨¢s, las dudas tocaron el amor propio de la gente¡±.
El campo se llen¨® y el "jugador n¨²mero doce" no desmereci¨® de Sevilla. Jugaron: Ablanedo II (Sporting); Solana (Real Madrid), Sanch¨ªs (¨ªdem), Andrin¨²a (Athletic), Quique Ramos (Atl¨¦tico); Eusebio (Valladolid), Gallego (Athletic), Roberto (Bar?a); Eloy (Sporting), Gabino (Betis) y Llorente (Real Madrid). Gallego fue llamado por lesi¨®n de Calder¨¦ para la segunda plaza de m¨¢s edad. Se pens¨® en V¨ªctor, pero ya estaba asentado en la absoluta y prefiri¨® declinar la oferta. En el 60 entr¨® Ram¨®n (Sevilla) por Gabino y en el 93, Juan Carlos (Valladolid) por Gallego, ya para la pr¨®rroga.
El Gatu le llamaban en Asturias. A ¨¦l qued¨® destinada la mayor gloria de aquella final, que se resolvi¨® en los penaltis. El primero se lo par¨® a Giannini; luego marc¨® Roberto; otra vez Italia y Desideri lo echa fuera; Eusebio marca el segundo de Espa?a; ahora va Baroni ?y para Ablanedo de nuevo!. Ram¨®n va al tercer lanzamiento espa?ol, si lo marca somos campeones¡ ?y marca! Luis Su¨¢rez, el gallego italianizado es alzado a hombros por sus chicos.
Eusebio se volvi¨® a cruzar con Vialli y Mancini en una final de Recopa, y en otra de Champions, y siempre les gan¨®: "Les ten¨ªa aburridos¡±. Evoca aquellos d¨ªas de la sub-21 con cari?o: ¡°La amistad, cuando est¨¢s empezando, es entra?able. El ambiente era magn¨ªfico, con Luis Su¨¢rez siempre bromeando". Aquel t¨ªtulo contribuy¨® a abrirle las puertas del dream team. En cuanto a Ablanedo, solo jug¨® cuatro partidos en la absoluta, por el inamovible Zubizarreta, pero fue convocado muchas veces. Modelo de one club man, se retir¨® casi con 36 a?os en su Sporting. Guarda en un rinc¨®n de su memoria aquella noche.