Once espa?olas contra la muralla china
Cuando Camacho estuvo de seleccionador en China, el presidente de la federaci車n de all芍 le pregunt車 que c車mo con tantas fichas no pod赤an ser campeones del mundo. Camacho le contest車 que porque eran muy inocentes, muy poco combativos: ※Empiezo los partidillos con un bal車n a tierra y lo dejan botar tres veces antes de meter el pie§, le explic車. Bueno, pues ya vemos que las chinas no son como sus colegas masculinos. Ellas s赤 meten el pie, se rebaten cuando son superadas, pegan (aunque no tanto como los italianos en Bolonia, a迆n no se me pasa el enfado) y dificultan de modo extremo el juego de las rivales.
Eso explica el empate a cero que sacaron ante Espa?a, que jug車 bien, carg車 con el peso del partido y puso al p迆blico neutral de su lado, pero tuvo que conformarse con el empate. Con eso pasamos en el segundo puesto del grupo, pero no es para alegrarse mucho, porque en octavos corremos el peligro de cruzarnos con Estados Unidos. Por eso al final las chinas, que pasan como terceras, festejaban. Ellas evitan a ese terrible rival. Es previsible que caigamos en octavos, pero este campeonato, aparte de traer la primera victoria espa?ola (el otro d赤a, ante Sud芍frica) en una Copa del Mundo, est芍 sirviendo para que nuestro f迆tbol femenino suba otro pelda?o.
Este campeonato se est芍 siguiendo en GOL en lo que respecta a nosotros, y en todo el mundo en muchas televisiones. Est芍 significando algo as赤 como la mayor赤a de edad del f迆tbol femenino, que tantas dificultades ha pasado, y particularmente en Espa?a, donde todav赤a el Real Madrid le niega su colaboraci車n, que ser赤a tan conveniente. Pero esta selecci車n de elegante juego que ha pasado la primera fase est芍 gustando al gran p迆blico, sorprendido por su buen manejo, sus cambios de juego, sus regates variados, su insistencia en el ataque, su permanente atenci車n a los detalles. L芍stima que el cruce de octavos (Suecia o EE UU) sea tan complicado.