La Champions solt¨® un trueno en Anfield
El f¨²tbol se rebela contra toda regla y la Champions es su mejor expresi¨®n. Vivimos en Anfield un partido inolvidable, la rebeld¨ªa de un equipo que es todo esp¨ªritu frente a una potencia mundial, el Bar?a, que tiene de todo y entre ello a Messi, el mejor del momento, y pretendidamente el mejor de la historia. Se enfrentaba a eso y a un 3-0, un poquito falseado por las circunstancias. Ese 3-0 no reflejaba lo ocurrido en el partido de ida, respond¨ªa a la genialidad de Messi y a una visible falta de fortuna del Liverpool, que durante bastantes minutos en el Camp Nou sofoc¨® al Bar?a, pero no obtuvo ni el triste consuelo de un gol.
As¨ª que era misi¨®n imposible, pero f¨²tbol es f¨²tbol, como nos dej¨® ense?ado Boskov. El Liverpool tiene un fondo de viejo orgullo que implant¨® all¨ª Shankly y acrecent¨® Paisley. En sus mejores a?os, marc¨® pauta en Europa. Aquella leyenda resuena todav¨ªa en las mentes de los aficionados y jugadores de toda Europa, y sin duda mucho tiene que ver con que levantara un 3-0 en una final ante el Mil¨¢n y con que ahora haya levantado un 3-0 ante el Bar?a, que sali¨® confiado, pensando que su ventaja iba a durar m¨¢s que el partido. Pero, como en Roma, no fue as¨ª, encaj¨® cuatro goles, el ¨²ltimo de ellos singular, gran castigo a un gran despiste.
Este resultado de Anfield quedar¨¢ como el gran hito de la temporada europea, al tiempo que se incorpora a la lista de los peores desastres del Bar?a: la final de Berna, la de Sevilla, la ca¨ªda en Roma... y esto. M¨¢s dif¨ªcil de soportar por cuanto que al Liverpool le faltaban Salah y Firmino, entre otros. Ahora que el Bar?a ha ca¨ªdo, merece la pena reflexionar de nuevo sobre el m¨¦rito singular del Madrid, con sus persistentes ¨¦xitos en esta competici¨®n singular, en la que uno est¨¢ expuesto a descalabros como este que ayer sufri¨® el Bar?a, que padeci¨® el destrozo de su magn¨ªfico marcador de la ida. M¨¦rito del Liverpool, un equipo Champions.