No voy a hablar del Xavi futbolista
Me he propuesto dejar a un lado la faceta que todo el mundo conoce de Xavi Hern¨¢ndez como futbolista, la del triunfador con el Barcelona y la Selecci¨®n, porque ser¨ªa repetir una vez m¨¢s una carrera plagada de halagos y ¨¦xitos; tampoco hablar¨¦ de su ideario futbol¨ªstico porque ya existen sesudos an¨¢lisis que lo desgranan hasta las ¨²ltimas consecuencias.
?Y de qu¨¦ nos va a hablar entonces?, se preguntar¨¢n. Pues del Xavi que se olvidaba de ir a comprar el pan despu¨¦s del colegio porque se pon¨ªa a jugar a f¨²tbol con sus amigos, del que compr¨® una tostadora a su madre con su primer sueldo en el f¨²tbol base del Barcelona, del que lider¨® un mot¨ªn en Nigeria en el Mundial Sub-20 porque estaban hartos de pasar hambre, del que decidi¨® no aceptar la oferta del Mil¨¢n para impedir que sus padres se divorciaran, del que se lesion¨® en el hombro durante una pretemporada mientras practicaba judo con Zenden y se lo ocult¨® a Van Gaal diciendo que se hab¨ªa ca¨ªdo mientras se duchaba, del que pis¨® en verano un pez escorpi¨®n en la playa y estuvo cerca de perderse el principio de temporada, del que iba a cenar una vez al mes con Johan Cruyff para aprehender y asimilar todos sus conceptos futbol¨ªsticos, del que medi¨® como capit¨¢n para evitar la mayor crisis del club en el ¨²ltimo lustro entre el mejor jugador del mundo y el entrenador, del que se compr¨® un yate llamado ¡®Pelopina¡¯ y se lo don¨® a Open Arms, del que¡
Como ven, Xavi no s¨®lo es f¨²tbol aunque el f¨²tbol sin Xavi no ser¨¢ lo mismo. Ahora el campo se quedar¨¢ hu¨¦rfano del tercer hermano de la familia Hern¨¢ndez pero el f¨²tbol seguir¨¢ vivo, intacto, perenne, en su cabeza.