Casillas est¨¢ bien y Messi, superlativo
Solemos decir con ligereza que el f¨²tbol no tiene memoria y con frecuencia ocurren hechos que nos desmienten. Ayer, sin ir m¨¢s lejos. La reacci¨®n ante el mal trance, felizmente superado, por el que pas¨® Casillas, lo demuestra. Hubo una oleada masiva de preocupaci¨®n, manifestada de las m¨¢s diversas maneras. El Madrid, que tan mala salida le dio, lanz¨® pronto un bien fabricado mensaje. Lo mismo Mourinho. Muy bien. Seguro que todos los mensajes son sentidos, y el que lo dude piense al menos que la hipocres¨ªa es el homenaje que la virtud rinde al vicio, como ense?aban los maestros republicanos de antes de la guerra.
La preocupaci¨®n, aguda como su infarto, afloj¨® m¨¢s tarde, cuando se supo que hab¨ªa superado lo peor del episodio. Su mensaje y su foto sonriente nos alivian, aunque queda sobrevolando una amenaza colectiva: si un chico de 37 a?os, h¨¢bitos de vida ordenados y seguimiento m¨¦dico especializado e intensivo puede sufrir un infarto, ?qui¨¦n est¨¢ libre de ese riesgo? El Doctor Gonz¨¢lez explica en este ejemplar que hay rincones que la Ciencia todav¨ªa no alumbra, que hay patolog¨ªas que s¨®lo se detectan en la autopsia. Afortunadamente no hemos llegado ah¨ª. Fue trasladado y atendido con rapidez, y en esto los minutos cuentan mucho.
Y hablando de la memoria del f¨²tbol, la exhibici¨®n de Messi anoche no la olvidaremos. Se le han visto ya miles de maravillas y docenas de partidos prodigiosos, pero el de ayer sobrepasa todo lo anterior. En el eje del equipo, recibiendo, pegando cuando hizo falta, abriendo en largo, regateando en serie, derrochando energ¨ªa y f¨²tbol, apareciendo en el ¨¢rea chica para cazar el rebote del palo, limpiando las telara?as con un golpe franco perfecto. Un Liverpool tremendo, que asust¨® al Camp Nou, se encontr¨® derrotado por 3-0 sin entender c¨®mo ni por qu¨¦. O s¨ª: por Messi, el Papa del f¨²tbol, que ofici¨® ayer con solemnidad en su templo favorito.