El 4-2-2-2 a lo Maturana de un Espanyol que puso m¨¢s f¨²tbol
No le gusta a Joan Francesc Ferrer ¡®Rubi¡¯ que se encorsete el juego de su equipo en un sistema, pues al final es cierto que las piezas no son inertes, sino futbolistas que basculan y se mueven. Pero el dibujo que traz¨® el Espanyol en el Ciutat de Val¨¨ncia, que ya se hab¨ªa atisbado en Cornell¨¤ ante el Alav¨¦s, explica mucho del entrenador y de sus jugadores. Incluso m¨¢s all¨¢ del resultado.
Esa suerte de 4-2-2-2 como evoluci¨®n del 4-4-2 y del 4-3-3 de todo el curso (salvo en el 5-4-1 del pasado derbi en el Camp Nou) indica que el Espanyol se siente c¨®modo por dentro, es decir, que cuenta con ¡®peloteros¡¯ como Marc Roca (que obtuvo premio ante el VAR y ante su partidazo), Darder y Melendo capaces de lanzar arropados por V¨ªctor S¨¢nchez una transici¨®n, como en la perfecta acci¨®n del 0-1, o de aguantar la posesi¨®n, antes de que el partido se convirtiera en un correcalles carente de libreto. Tambi¨¦n es el s¨ªntoma de que Borja Iglesias es id¨®neo para moverse a la espalda de los defensas. Busc¨® Rubi a su lado a otro delantero r¨¢pido en conducci¨®n, como lo ten¨ªa en Leo Baptistao, pero a Javi Puado le falt¨® desparpajo.
La ventaja en ese 4-2-2-2 que populariz¨® Maturana, cuya pieza clave era Valderrama, representa tambi¨¦n su condena. Con el bal¨®n jugado intent¨® salir Darder: una vez fue gol a favor y otra, en contra. La locura del tramo final, eso s¨ª, no entendi¨® demasiado de sistemas.