La nataci車n espa?ola se ahoga
Esta semana arranc車 con un comunicado de la RFEN que oficializaba el despido de su director t谷cnico, Albert Tubella, tras los decepcionantes Campeonatos de Espa?a, donde s車lo tres participantes hicieron las m赤nimas para los Mundiales de Gwangju. La exigencia de repetir la marca en eliminatorias y semifinales pes車 tanto en los nadadores, que m芍s que en motivaci車n se convirti車 en una losa. En la misma nota, la Federaci車n ha abierto la mano y ha incluido a cuatro seleccionados m芍s, a la par que otorga una segunda oportunidad en junio en el Ciudad de Barcelona. Con la llegada de Fernando Carpena a la presidencia se aplaudi車 su pol赤tica de endurecer las condiciones, en contraste con los hinchados criterios del atletismo de entonces. Pero algo ha cambiado, porque esos topes se han transformado en lastres. Y el nivel ha bajado.
En el fondo, el problema de la nataci車n espa?ola no parece tanto de talento, como de m谷todo o de estructura. Mireia Belmonte ha vuelto, y esa es la gran noticia, pero durante su ausencia no ha brotado nadie. S車lo mantuvieron el tipo Jessica Vall y el irregular Joan Llu赤s Pons. No hace tanto hab赤a una clase media-alta m芍s amplia, con Melani Costa, Aschwin Wildeboer, Duane da Rocha, Rafa Mu?oz, Erika Villaecija... Con ellos fuera del vaso, los nuevos valores que s赤 lucen, y mucho, en los Mundiales de categor赤a j迆nior, no logran dar despu谷s el salto. Espa?a sigue a la espera de la eclosi車n de Hugo Gonz芍lez o ?frica Zamorano, como lo estuvo de Marina Garc赤a, Judith Ignacio o Bea G車mez. Los j車venes se quedan por el camino. El a?o 2020 es ol赤mpico. Y no hay tanta vida como cre赤amos m芍s all芍 de Mireia. Algo falla.