El p¨¢del no es internacional
Hace dos a?os abrimos en el diario As un serial de entrevistas a presidentes de Federaci¨®n, de las que ya llevamos 40, dos tercios del total. El n¨²mero redondo lo hizo este lunes Alfredo Garbisu, que lidera la de P¨¢del, un deporte joven en el que Espa?a se erige como una potencia mundial. Tiene 70.000 licencias, aunque se estima que actualmente hay m¨¢s de cuatro millones de practicantes en el pa¨ªs. Uno de los motivos de su irrupci¨®n es su accesibilidad para todos los p¨²blicos, porque no requiere de una t¨¦cnica tan compleja como el tenis, ni de un esfuerzo f¨ªsico tan intenso como el squash. No he citado estos dos deportes afines por casualidad. El p¨¢del devor¨® el terreno del squash. Y tambi¨¦n est¨¢ suponiendo cierta competencia para el tenis, entre otras cosas porque en una de sus pistas caben tres de p¨¢del.
El p¨¢del ha calado en la sociedad espa?ola, pero a¨²n tiene una asignatura pendiente: su expansi¨®n. La Federaci¨®n Internacional ni siquiera est¨¢ reconocida por la GAISF, la asociaci¨®n que oficializa a las federaciones. Para ello debe formar tres continentales, cambiar el tanteo para diferenciarse del tenis, subir a 40 pa¨ªses... Y, desde luego, evitar chapuzas como el ¨²ltimo Mundial de Paraguay. Est¨¢n en ello. Paralelamente, fuera del ¨¢mbito federativo, el circuito profesional World Padel Tour tambi¨¦n hace su propio esfuerzo para internacionalizar el calendario. Este camino es imprescindible si quiere mirar a un futuro ol¨ªmpico con un deporte joven y din¨¢mico, del gusto actual del COI. El problema es que, hasta ahora, sus gestores se han dedicado m¨¢s a luchas internas de poder, que a invertir en un crecimiento de verdad.