Cristiano Ronaldo, rey de la Champions
Chasco grande en Tur赤n, donde el Atleti se dej車 la ilusi車n de jugar la final de esta Champions en su campo. Chasco y sorpresa, por c車mo se produjo la eliminaci車n, con un Atl谷tico irreconocible, sin juego ni energ赤a. La Juve hizo lo que se esperaba, pero el Atl谷tico, no. No le vimos ese vigor y esa firmeza que le caracterizan, no encontr車, como dijo God赤n al final, los circuitos de juego para amenazar a la Juve, no dio la m芍s remota sensaci車n de poder marcar ese gol que en ocasiones as赤 obligan al rival a sumar cuatro. Morata se enred車 en una continua pelea con Chiellini, Griezmann no compareci車, Szczesny tuvo una noche pl芍cida.
La Juve jug車 muy bien, con Benardeschi en plan estelar. Y con Cristiano como punta de diamante de una perforadora. Noches as赤 hacen evidente que un jugador de semejante talla cambia a un equipo. Lo ha notado el Madrid y lo ha notado la Juve, para desgracia del Atl谷tico, al que ya hab赤a hecho 22 goles, que ahora son 25. El Cholo regal車 las bandas, pensando que su defensa tiene estatura y colocaci車n para defenderse de los centros, pero Cristiano Ronaldo hizo que la idea no resultara. Dos saltos, dos cabezazos imperiales, dos goles, el segundo de ellos desvelado por la tecnolog赤a de gol. La batalla a谷rea la gan車 Cristiano Ronaldo.
Luego completar赤a el &hat trick*, con un penalti implacable, que Correa hab赤a cometido absurdamente sobre Bernardeschi (los delanteros son peligrosos en el 芍rea propia). Tres goles, pues, de Cristiano Ronaldo, m芍s todo lo que arrastra por su liderazgo, por su exigencia, por la dignidad competitiva que induce en el equipo.?Pena que lo ensuciara con un gesto deplorable. Un jugador terrible al que la Juve fich車 para dar el salto de Italia a Europa que tanto le cuesta. En su caso, hay una desproporci車n tremenda entre sus t赤tulos en Italia, much赤simos, y su balance europeo, muy inferior al del Mil芍n. Ahora, con Cristiano, ese trueno, pasa a cuartos y presenta muy seria candidatura.