Bale y Solari, Kepa y Sarri...
Acab車 el partido de Orriols y Solari tuvo que pasar por el bochorno de ensalzar a Bale. Dijo que le hab赤a encantado cu芍nto corri車 y c車mo jug車. No percibi車 su actitud de &vedette* ofendida.
Acab車 el partido de Orriols y Solari tuvo que pasar por el bochorno de ensalzar a Bale. Dijo que le hab赤a encantado c車mo entr車, cu芍nto corri車 y jug車. No percibi車 su actitud de &vedette* ofendida, su rechazo a Lucas V芍zquez. ※Ustedes tienen muchos m芍s ojos§, dijo, quiz芍 insinuando malicia de la prensa. Pero es la tele la que tiene muchos ojos, y much赤simos m芍s los aficionados que siguen los partidos por ella. Ellos no tienen un Florentino al que venerar, ni un Bale al que soportar. Tienen sus propias vidas, siguen el f迆tbol como distracci車n y ven lo que ven. Es decir, vieron lo que vieron. No necesitan que se lo cuente nadie. Vieron c車mo Bale ha abrazado la posici車n te車rica de verso suelto.
Una actitud impresentable de Bale
Messi aparca bien, como dijo Mendilibar
La misma ma?ana del partido le赤 en As una confesi車n de Ancelotti, recogida de un medio italiano, &Il Napolista*: ※Quit谷 a Bale y se mont車 un l赤o con Florentino§. Se refiere a un partido en Valencia, una escena de la que ya dio cuenta As en su d赤a. Ayer, cuando la escenita, pens谷 si Solari tendr赤a agallas para cambiarle de inmediato, y ya vi que no. Pero al menos, en la sala de prensa podr赤a haberse escapado con un ※de esas cosas hablamos en el vestuario§, pero ni eso. Hizo la pelota a Bale, y as赤, por elevaci車n, se la hac赤a al presidente. Es mucho m芍s f芍cil bajarle la muleta a Isco, claro. Bale ya ha estado detr芍s de las salidas de Ancelotti y Zidane, frente a los que Solari a迆n es muy poca cosa.
Es duro ser entrenador, y m芍s en este tiempo en el que el estatuto de los futbolistas se ha hipertrofiado. Ayer mismo vimos a Sarri mostrarse conciliador con la actitud inaudita de Kepa, que se neg車 en redondo a dejar su puesto a Caballero. Ofendi車 al compa?ero, despreci車 al entrenador, y 谷ste, en la comparecencia posterior, ech車 pelillos a la mar diciendo que todo fue un equ赤voco. Jefes a la orden de sus subordinados, coroneles que temen a sus capitanes, porque saben que tienen hilo directo con el general. El f迆tbol cambia, como todo, y en muchos aspectos a mejor. Pero empiezan a verse cosas que nunca antes se hab赤an visto y que todos preferir赤amos que no ocurrieran.