Real Madrid, 1.000 veces gracias
De cr¨ªo, mi admirado padre me inocul¨® ese bendito veneno llamado ¡®madridismo¡¯ record¨¢ndome lo grande que fue aqu¨¦l equipo de leyenda que a ¨¦l le pill¨® en el apogeo de su juventud. El Madrid de las cinco Copas de Europa consecutivas. Una haza?a casi irrepetible. Me ha dado por mirar ese per¨ªodo hegem¨®nico y resulta que desde el 13 de junio de 1956, fecha en la que gan¨® la primera Copa de Europa al derrotar en Par¨ªs al Stade Reims (4-3), hasta el 31 de mayo de 1961, d¨ªa en el que cedi¨® su trono al Benfica, que tumb¨® al Bar?a en la final de Berna, transcurrieron en total 1.811 d¨ªas de reinado imperial. Cinco a?os largos gritando en Europa los goles de Di St¨¦fano y Gento, que representaban el ADN triunfal de ese Madrid que en el Viejo Continente se gan¨® la admiraci¨®n que se ha ido trasladando durante d¨¦cadas y d¨¦cadas.
Pues ahora estamos en una segunda Era Dorada del club m¨¢s prestigioso de todos los tiempos. Desde que Sergio Ramos levantase la Und¨¦cima en San Siro al cielo de Mil¨¢n (28 de mayo de 2016) hasta este viernes (22 de febrero), se habr¨¢n cumplido 1.000 d¨ªas de imperialismo blanco en la Champions. Tres Orejonas seguidas, en el actual formato de competici¨®n, era algo que nadie hab¨ªa logrado. As¨ª es el Madrid. Tiene la mejor racha de siempre, en la vieja Copa de Europa, y ya ostenta el mejor registro en el modelo Champions, nacida en 1993. El Madrid traslada su poder hegem¨®nico del siglo XX al XXI, m¨¦rito a?adido. En este trienio m¨¢gico, Zidane, Cristiano Y Sergio Ramos han sido la Sant¨ªsima Trinidad del ¨¦xito con sus aportaciones individuales y colectivas. El gen ganador de los tres ha contagiado a un grupo en el que Modric, Carvajal, Keylor, Marcelo, Kroos, Varane, Pepe (aunque ¨¦l portugu¨¦s ya no estaba en la plantilla de Kiev), Casemiro, Isco, Bale y Benzema tambi¨¦n han tenido mucho que decir. En la era Messi, el Madrid ha sido y es el rey de Europa y el due?o del Bal¨®n de Oro (tres seguidos de Cristiano y uno de Modric).
Con el paso de los a?os, como me sucedi¨® a m¨ª cuando me lo contaba mi padre cuando yo era un ni?o, se valorar¨¢ como merece a este Madrid que ha escrito una p¨¢gina maravillosa de su portentosa historia. Adem¨¢s, que nadie olvide que mientras que otros clubes celebran triunfos en batallas sonadas concretas, el Madrid s¨®lo celebra las victorias finales en las guerras que a otros dejan tirados en plena cuneta. El Madrid resiste al paso del tiempo, al peso de su Sala de Trofeos, a la marcha o no de sus ¨ªdolos¡ El Madrid es inmortal. Un equipo de Leyenda. Mil veces gracias. ?Hala Madrid y nada m¨¢s!