El problema de que fiche un abogado
El Celta lleva tiempo instalado en el surrealismo. El ¨²ltimo ejemplo se vivi¨® el s¨¢bado, y no lo digo por la decisi¨®n de Cardoso de colocar a Brais de delantero centro. Me refiero al "?Mouri?o vete ya!" que core¨® la grada. ?C¨®mo se va a marchar el m¨¢ximo accionista de una empresa? Se?oras y se?ores, esto no es el Real Madrid ni el Barcelona. Es una SAD. Tampoco tiene demasiado sentido que a Felipe Mi?ambres le lluevan palos por la confecci¨®n de la plantilla. Es como si la responsabilidad de los planteamientos de Cardoso recayera sobre uno de sus asistentes. Desde hace diez a?os en el Celta quien ficha, hace y deshace con la plantilla es el director general Antonio Chaves.
Abogado de ¨¦xito, ah¨ª est¨¢ su brillante labor en el proceso concursal celeste, cuesta entender por qu¨¦ una persona sin vinculaci¨®n previa con el f¨²tbol profesional dicta c¨¢tedra en materia deportiva. En su primer curso al frente del club apareci¨® milagrosamente?Iago Aspas para evitar el descenso a Segunda B y desde entonces el delantero ha ejercido de ¨¢ngel de la guarda de la mano derecha de Mouri?o. Ahora que el moa?¨¦s est¨¢ fuera de combate parece una misi¨®n imposible encontrar remedio a la ¨²ltima gran decisi¨®n del director general: confiar en Cardoso. Dijo M¨ªguel Torrecilla al marcharse de Vigo que al lado de Chaves hab¨ªa hecho un m¨¢ster de f¨²tbol. Valoren ustedes mismos c¨®mo le ha ido al salmantino desde entonces.