El estilo como apuesta ganadora
La vuelta del ¡®darderismo¡¯ me cogi¨® a traspi¨¦, no esperaba que fuera a volver. No hab¨ªa vuelto a creer en sus promesas tras el desencanto por la ilusi¨®n de la primera vez. El partido, adem¨¢s, me pill¨® en un pueblo de Extremadura, Zorita, donde los seguidores espa?olistas no se cuentan con una mano, se cuentan con un dedo. Soy el ¨²nico de la zona y alrededores. Todo parec¨ªa presagiar que tras el pitido final sacar¨ªa la calculadora por primera vez en la temporada, pero no. El gol de Darder volvi¨® a cerrar con llave ese caj¨®n y me dej¨® dos lecciones.
La primera lecci¨®n que aprend¨ª en el momento en que el testarazo de Darder toc¨® la red me la dio una chica que brinc¨® de su asiento celebrando a pu?o cerrado el tanto del canterano. Me sorprendi¨® tanto su reacci¨®n que tuve que preguntarle el porqu¨¦. La chica no era espa?olista, solo hab¨ªa apostado a la victoria del Espanyol. Algo que tuve que hacer yo, seguir creyendo en el equipo y el ¡®darderismo¡¯, porque el ¡®darderismo¡¯ se fundamenta en eso, en creer porque s¨ª.
La segunda lecci¨®n que aprend¨ª me la dio Rubi en un fin de semana donde los entrenadores de LaLiga anduvieron a vueltas con los estilos. El t¨¦cnico, y parece que tambi¨¦n sus jugadores, siguen creyendo en lo que se propone desde el banquillo, pese a llevar una Liga bipolar. Nos va a tocar seguir creyendo, y bien que har¨ªamos en aceptarlo, porque ellos vemos que est¨¢n dispuestos a morir con el discurso.