El h¨¦roe inesperado
Wu Lei no es seguramente el h¨¦roe que los espanyolistas quer¨ªamos (perm¨ªtanme la licencia de incluirme), probablemente tampoco el que necesit¨¢bamos, pero es el que tenemos. Un futbolista diferente, ex¨®tico m¨¢s en su procedencia que en su juego, pero que logr¨® encender afici¨®n y partido con su mera presencia. El extremo recibi¨® ya su primera ovaci¨®n cuando sali¨® a calentar, el primer c¨¢ntico cuando piso el c¨¦sped y los primeros aplausos cuando toc¨® el bal¨®n. La grada de Cornell¨¤-el Prat necesita h¨¦roes y Wu Lei, pese a no llevar capa, se est¨¢ convirtiendo en uno de ellos.
Al t¨¦rmino del partido Rubi asegur¨®, sobre el extremo chino: ¡°No quiero darle m¨¢s m¨¦rito que a cualquier otro jugador de la plantilla¡±. Y con raz¨®n, pues el equipo se vaci¨®. Pero con una salvedad: Wu Lei fue decisivo. No solo provoc¨® el penalti que supuso el primer tanto (menci¨®n especial a Llu¨ªs, que mand¨® el bal¨®n fuera para cortar la jugada y que entrara el VAR) sino que su salida oxigen¨® al equipo tanto f¨ªsica como mentalmente. Wu (as¨ª quiere que le llamen) ha ca¨ªdo en gracia en un vestuario con un grupo muy compacto, est¨¢ haciendo todos los esfuerzos por integrarse lo antes posible y nadie en el Espanyol tiene una mala palabra sobre ¨¦l. Por cierto, quiz¨¢s ¨¦l tampoco quiere ser un h¨¦roe: pidi¨® al club que no le dieran ning¨²n trato de favor.