El Bernab¨¦u rugir¨¢ el d¨ªa 27
Ya est¨¢ bien de ponerle al Bar?a alfombra roja como en los ¨²ltimos a?os. El ambiente del Bernab¨¦u debe reeditar las famosas noches europeas del santuario de La Castellana.
El baile de Vini. Es un cr¨ªo pero ya se ha matriculado en las dos plazas m¨¢s prestigiosas del f¨²tbol mundial. Vinicius juega en el Bernab¨¦u como si fuese el patio de su casa. Y en el Camp Nou firm¨® un primer tiempo que me trajo a la memoria una exhibici¨®n que ofreci¨® Laurie Cunningham en un Cl¨¢sico jugado en feudo azulgrana en 1980 (0-2), que acab¨® con los cul¨¦s aplaudiendo al Madrid (quiz¨¢s la ¨²nica vez que uno recuerde). El brasile?o tiene s¨®lo 18 a?os, pero juega con el desparpajo de un veintea?ero y la inteligencia de un veterano. Su alianza con Benzema sigue dando muchos beneficios en el IBEX del Madrid. Una sociedad ilimitada. De ellos naci¨® el gol de Lucas V¨¢zquez, el jugador que nunca desfallece, que siempre est¨¢, que rema r¨ªo arriba y que, si se tercia, encima la enchufa y te mete el gol de la esperanza. Como bien dijo Solari tras el match: "Lucas es solidario y es valiente¡±". Am¨¦n.
Factor Messi. La diferencia entre el 5-1 de LaLiga, asumiendo que el Madrid estaba hecho unos zorros y el bueno de Lopetegui estaba sentenciado pasase lo que pasase, es que aquel d¨ªa los blancos salieron al Camp Nou dormidos, sin energ¨ªa, sin entusiasmo, como si la ausencia de Messi les hubiese metido en un relajante jacuzzi. Esta vez no fue as¨ª. La baja del argentino espole¨® a¨²n m¨¢s a un Madrid que mereci¨® llevarse al descanso un bot¨ªn mucho mayor. Falt¨® pegada, pero los sustos de la grada sonaban hasta en las ondas del Carrusel...
Marcelo, Marcelo. Solari se ha ganado el respeto de la afici¨®n del Bernab¨¦u por su firmeza en la toma de decisiones. Ha sentado a Isco (quiero pensar que no sea de forma definitiva), dio suplencias a Marcelo, en este duelo copero sent¨® a Casemiro (en beneficio de Marcos Llorente, cuya lesi¨®n es la peor noticia del d¨ªa) y tambi¨¦n dej¨® fuera al intocable Bale, que desperdici¨® la ¨²ltima media hora del Cl¨¢sico en detrimento de Vinicius (craso error). Pero el argentino ha vuelto a insistir en Marcelo. Reguil¨®n no estuvo ni en el banquillo. Una decisi¨®n de alto riesgo. Marcelo no est¨¢ para estos trotes. Pone voluntad y eso es casi cruel, porque le cogen la espalda con una facilidad pasmosa y ¨¦l lucha por recular a tiempo... pero llega tarde y mal. Repasen el v¨ªdeo del 1-1 y lo comprobar¨¢n. Solari est¨¢ intentando ser justo con todos, pero le falta aprobar la asignatura de Reguil¨®n. Seguro que en el derbi del Wanda el canterano tendr¨¢ su oportunidad. Es la ¨²nica muesca que le falta al implacable rev¨®lver de Solari...
Pura vida. Keylor no volver¨¢ a jugar hasta la vuelta del d¨ªa 27, pero eso no merma su rendimiento. En el primer tiempo sac¨® una mano imperial a Luis Su¨¢rez (al que Mateu perdon¨® la expulsi¨®n pese a decirle con la mano que ten¨ªa mucha cara) y salv¨® un mano a mano con Malcom. Tiene asumida su suplencia, pero est¨¢ al 100% y en perfecto estado de revista. Un soldado siempre en alerta.
El santuario. La vuelta del d¨ªa 27 debe convertirse en una pesadilla para el Bar?a. Ya est¨¢ bien de ponerle alfombra roja como ha sucedido en los ¨²ltimos a?os. El ambiente del Bernab¨¦u debe reeditar las famosas noches europeas del santuario de La Castellana. Hay que ir al estadio como si fuese un Cl¨¢sico de Champions, no de Copa. Que el ambiente sea infernal, que el rugido de la grada se escuche desde la Plaza de Castilla, que a Messi le aturda el aliento de las tribunas... O sea, el Madrid de toda la vida.
