F¨²tbol sala sin complejos
La evocaci¨®n de una lejana fecha hizo so?ar a Javier Lozano: el 27 de octubre de 1985. El actual presidente de la LNFS, antes seleccionador, jug¨® aquel d¨ªa con Espa?a frente a Brasil en el viejo Palacio de Deportes de Madrid, ante m¨¢s de 10.000 espectadores. Era la final del Mundial oficioso de f¨²tbol sala, que todav¨ªa no organizaba la FIFA. Aquel recuerdo se convirti¨® en un reto para Lozano, que convenci¨® a los clubes para organizar la Copa de Espa?a 2018 en la capital. Fue un ¨¦xito. El nuevo Palacio de Deportes, reconstruido tras un incendio en 2001, acogi¨® una asistencia media de 10.000 aficionados, con un r¨¦cord de 12.643 en esa emocionante final que el Ja¨¦n Para¨ªso gan¨® al Movistar Inter. S¨®lo un mes despu¨¦s, la Final Four de la UEFA llev¨® a 9.000 al Pr¨ªncipe Felipe de Zaragoza. El f¨²tbol sala hab¨ªa dado el gran salto.
Este martes, cuando a¨²n no ha pasado un a?o, el WiZink Center vuelve a acoger un encuentro de f¨²tbol sala, y pretende moverse otra vez en cifras por encima de los 10.000 espectadores. En esta ocasi¨®n Lozano no est¨¢ en el cocinado, sino la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, que ha ideado un Espa?a-Brasil a doble partido. El domingo se midieron en C¨¢ceres, ante 5.200 personas, con un empate (2-2) que deja el desenlace abierto para Madrid. Son los dos pa¨ªses m¨¢s laureados de la historia, el mejor duelo de futsal del planeta. El desaf¨ªo tiene car¨¢cter amistoso, aunque un Espa?a-Brasil nunca es amistoso. Lozano se impuso el reto de ¡°demostrar que el f¨²tbol sala es digno de una gran ciudad¡±. Lo consigui¨® con matr¨ªcula de honor. Y ahora, aquellas mismas selecciones que le inspiraron regresan al Palacio. Sin complejos.