Un Espanyol de regional en Ipurua
Mu?eco de trapo. Como ocurriese en Getafe o ante el Bar?a, el Espanyol de Eibar fue inaceptable. Desde el minuto 1 al 90 los jugadores de Rubi se asemejaron a un mu?eco de trapo a merced de los sabuesos de Mendilibar, que no dejaron ni los hilos. El conjunto blanquiazul sigue con su particular via crucis en LaLiga desde noviembre, encadenan ya solo tres puntos de 27 y fuera de casa son un caramelo para los rivales, pues han podido ganar un partido y sumar seis puntos. No le salv車 ni el juego en esta ocasi車n, y le penaliz車 la parsimonia. El Espanyol solo rinde desde el convencimiento. Y parece que tras el 1-0 el convencimiento se hel車 en la fr赤a noche vasca.
Infidelidad. El equipo de Rubi fue infiel a su estilo, quiso evitar p谷rdidas de bal車n y jugar en largo. Un plan antag車nico al habitual y que solo tendr赤a premio si se adelantaba en el marcador. Y este estuvo a punto de llegar en el minuto 17. Baptistao hizo lo m芍s dif赤cil, pero err車 el remate. Al delantero le han hecho vud迆, pese a ello fue de lo m芍s voluntarioso de un Espanyol superado, de regional, sin fe en lo que hac赤a ni alma cuando el tiempo expiraba y los puntos volaban una vez m芍s. El peor s赤ntoma de Ipurua no es el resultado, sino la sensaci車n que dieron los jugadores de hast赤o. A迆n es pronto para calcular las consecuencias de esta derrota.
La cantera. Agarr芍ndose a al menos una noticia agradable, el mon車logo de Eibar sirvi車 para que Llu赤s L車pez debutara en Primera despu谷s de haberlo hecho ya en la Copa. El canterano, de 21 a?os, lidi車 con los dos delanteros que m芍s duelos ganan en LaLiga y, pese al desliz de su equipo, no fue de los que m芍s desenton車. El catal芍n puede tener continuidad debido a la en谷sima lesi車n muscular. Naldo cay車 lesionado por segunda vez en la temporada. El equipo sigue acumulando lesiones... Otro problema en un desencanto que no se detiene.
La alineaci車n. Al margen de Llu赤s, Rubi decidi車 alinear a Puado, Melendo, Javi L車pez y V赤ctor S芍nchez como futbolistas menos habituales. La revoluci車n era quiz芍s obligada por el c迆mulo de partidos de jugadores como Darder o Borja Iglesias. Pero fue una revoluci車n que demostr車 lo tierno que es el Espanyol, el poco convencimiento de algunos jugadores y la falta de competitividad en partidos de pierna dura. Quien s赤 jug車 revolucionado fue el Eibar, cuyos jugadores conocen cada cent赤metro del terreno de juego. Y el Espanyol, en cambio, no supo ni d車nde estaba ni qu谷 deb赤a hacer ni, en ocasiones, qui谷n era. Qued車 claro que hace falta un refuerzo y una reflexi車n general.
Las balas. Tras una nueva decepci車n, llega el jueves la Copa, un b芍lsamo o una arma de doble filo. Pocas ilusiones le queda al aficionado que eliminar al Betis y plantarse en semifinales. Una vitamina para un Espanyol deca赤do.