Pellegrino, tango en azulgrana
El tango miente. Dice que 20 a?os no son nada. Para Pellegrino lo fue todo. Hace 20 a?os el Bar?a llam¨® a su puerta. Llam¨® Van Gaal, para ser exactos. El holand¨¦s entrenaba a aquel equipo. Lo fich¨® de V¨¦lez, donde el ahora t¨¦cnico del Legan¨¦s hab¨ªa ganado la Libertadores en el 94. Ese mismo plantel le arrebat¨® al Mil¨¢n de Capello la Intercontinental. Venci¨® 2-0 al bloque rossonero que pocos meses antes hab¨ªa goleado 4-0 al Bar?a de Cruyff en la final de Champions. Poca broma. Lo de Pellegrino, por cierto, no fue un traspaso, sino una cesi¨®n. Eran otros tiempos. Los scouters eran s¨®lo ojeadores y su rastreo, pura artesan¨ªa en VHS. Uno de ellos se?al¨® al Flaco y Van Gaal dio el ¡°s¨ª quiero¡±. En la Ciudad Condal dur¨® un curso, el del Centenario, en el que alz¨® una Liga junto a una buena camada de futbolistas que acab¨® siendo espectacular camada de entrenadores: Guardiola, Luis Enrique, Abelardo, Celades, De Boer, Cocu, Sergi¡ ¡°Hab¨ªa mucho liderazgo. Eran chicos que no necesitaban del entrenador para empujar. Ten¨ªan autonom¨ªa¡±, los describe Pellegrino.
Barcelona le cambi¨® la vida. Luego le fich¨® el Valencia y el resto es historia de una exitosa carrera que se ha prolongado en los banquillos con triunfos singulares. Como ser el ¨²nico entrenador de Primera que sabe lo que es ganar dos veces a los cul¨¦s en Liga. Una, esta temporada en Butarque. La otra, con el Alav¨¦s en 2016, asaltando el Camp Nou al que hoy regresa aferrado a las verdades del tango. Por aquello de volver 20 a?os despu¨¦s con la sien plateada y el alma aferrada a un dulce recuerdo¡ blaugrana.