El Dakar de las mujeres
No me ha convencido este Dakar que acaba. Ha resultado exigente, sin duda, pero un formato constre?ido a las dunas de Per¨² me ha parecido reiterativo y poco genuino. Una prueba de su grandeza deber¨ªa ser m¨¢s que un pa¨ªs y un terreno, la diversidad la enriquece y la posiciona como una competici¨®n extraordinaria entre los deportes del motor. Tampoco han faltado alicientes, es indiscutible. Espa?a se ha quedado sin ganadores¡ pero tenemos dos vencedoras, en mi opini¨®n protagonistas destacadas de la carrera por sus actuaciones excepcionales. Laia Sanz se ha superado a s¨ª misma, no en t¨¦rminos simplista de clasificaci¨®n final sino en lo que se refiere a afrontar el reto en unas condiciones f¨ªsicas tan precarias que invitaban a presagiar otro desenlace bien diferente.
Para la catalana acabar ya adquir¨ªa la categor¨ªa de gesta y adem¨¢s lo ha hecho en und¨¦cima posici¨®n en motos, que dir¨ªa es m¨¢s meritoria incluso que la novena que logr¨® en 2015. Laia parece indestructible, una cualidad que es igualmente aplicable a Cristina Guti¨¦rrez. Tres ediciones disputadas, tres ediciones completadas. Este a?o con un coche mucho m¨¢s preparado que le ha permitido demostrar que, adem¨¢s de consistente como una roca, puede ser muy r¨¢pida. Sin olvidar que la burgalesa, a d¨ªa de hoy, no es una simple aficionada pero tampoco una aut¨¦ntica profesional, con las limitaciones que ello acarrea. Dos mujeres, dos triunfadoras y dos ejemplos m¨¢s de que el esfuerzo, el sacrificio y la voluntad obviamente no entienden de sexo. Ni en el carreras, ni en nada...