Cardoso, la diplomacia portuguesa
Dijo Cardoso en su presentaci¨®n que Mourinho era una referencia para ¨¦l. S¨®lo pasaron unas cuantas semanas desde entonces, pero aquella aseveraci¨®n se est¨¢ quedando ¨²nicamente en un ejercicio de patriotismo luso. Igual que hizo ayer en sala de Prensa, al no querer se?alar a Messi como el mejor del mundo. En el pa¨ªs vecino Cristiano es intocable. Pero, a lo que iba, Cardoso no tiene de Mourinho ni el acento. En sus comparecencias siempre elude el barro y su plan de juego est¨¢ m¨¢s cerca de Guardiola.
Resulta curioso que el t¨¦cnico celeste nunca facilite la lista de convocados antes de hablar cuando descarta a alguien inesperado. Ayer volvi¨® a suceder. A¨²n as¨ª, no evit¨® la pregunta sobre Junior Alonso, que ha pasado de titular¨ªsimo a defenestrado. Hasta Mazan le ha adelantado en el orden de preferencias. Su respuesta fue cordial, como todas. Demasiado cordiales dir¨ªa yo. Ser pol¨ªticamente correcto te hace rozar el absurdo. Y eso es lo que sucede cada vez que habla Cardoso. No le gustan las preguntas inc¨®modas, le molesta individualizar y siempre habla de un camino por hacer, de una construcci¨®n... En definitiva, mucha palabrer¨ªa para no decir nada. Donde s¨ª deber¨¢ hablar es en el campo. Ah¨ª no vale la diplomacia.